El avance de Rusia y su victoria ante Ucrania parece inminente, así lo refleja el grito desesperado del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en el que solicita a Europa el envío masivo de tanques a su línea de defensa.
En este sentido, Alemania, fabricante de los carros de combate Leopard 2 cedió ante las presiones de Polonia y los bálticos, luego de permanecer una semana en total hermetismo ante la ambiciosa petición de Kiev. Emitiendo así una autorización para que los 15 países europeos que poseen el blindado, puedan reexportarlo a suelo ucraniano.
El cambio de postura de Berlín ha traído varías especulaciones respecto al reordenamiento de la coalición pro Ucrania. Mientras aumenta la preocupación y reviven viejos fantasmas de la era Nazi; el canciller alemán, Olaf Scholz, y el ministro de Defensa, Boris Pistorius, dejaron claro que no actuarán solos en la polémica decisión y que esperan consolidar alianzas que sumen al menos un centenar de tanques.
Estrategia peligrosa
Los Leopard 2 son carros blindados, modernos y ágiles para el terreno, razón por la que el ejército ucraniano clama por sumarlo a sus filas. La estrategia militar, más allá de la defensa supone la necesidad de recuperar terreno ante un ejército superior.
La llegada de los tanques supone también el apoyo técnico y logístico a Ucrania. Lo que hasta hora era una línea roja, una señal de alerta que podría indicar el punto de inflexión en el conflicto; convirtiéndolo en una Guerra entre Rusia y la OTAN.
En este punto, de concretarse el apoyo, Estados Unidos prometió sumarse a la embestida con una importante cantidad de tanques Abrams M1.
Rusia responde
Para Rusia la vacilación y la respuesta tardía demuestran el nerviosismo de los aliados de Kiev, además de una burda estrategia de propaganda que pretende tapar las renuncias masivas y las denuncias de corrupción a lo interno del gabinete de Zelenski.