El Ministerio de Exteriores de Sudáfrica expresó el lunes en un comunicado que existen “graves preocupaciones” ante las informaciones que llegan sobre sus ciudadanos que se unen al ejército israelí o sopesan alistarse.
“Estas acciones pueden contribuir potencialmente a la violación del Derecho Internacional y la comisión de delitos y crímenes de guerra, lo que los hace susceptibles a ser imputados en Sudáfrica”, reza la nota de la Cancillería sudafricana.
Además, pone en aviso a los sudafricanos que deben ser “conscientes” de las consecuencias que podrían acarrear sumarse a las fuerzas israelíes, entre ellas el retiro de la ciudadanía, por ser “cómplice de crímenes a nivel internacional”.
Respecto a los sudafricanos que están en las filas del ejército israelí, la nota no especifica cuántos son, pero anteriormente las autoridades del país africano habían dicho que estaban bajo persecución.
Sudáfrica, al ser un país que ya padeció un régimen de apartheid, ha condenado el genocidio israelí en la Franja de Gaza, al tiempo que retiró a su embajador de Israel. En noviembre, el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, anunció que había presentado ante la Corte Penal Internacional (CPI) una petición para iniciar una investigación contra Israel por crímenes de guerra en la Franja de Gaza, por “sus ataques a hospitales en los que bebés, mujeres y heridos caen como moscas”.
Asimismo, el Parlamento sudafricano votó una resolución no vinculante para cerrar la Embajada de Israel en el país y romper las relaciones diplomáticas con el régimen de Tel Aviv hasta que este acepte un alto el fuego duradero en Gaza.
Según el recuento emitido por el Ministerio de Salud palestino en Gaza, más de 19 400 gazatíes, la mayoría civiles, murieron y más de 51 000 resultaron heridos, mientras que alrededor de 8000 y más siguen desaparecidos bajo los escombros de viviendas destruidas en los 73 días de bombardeos israelíes contra Gaza.