Cuando el asesor de seguridad, Robert O’Brien, anunciaba una campaña de máxima presión contra Venezuela, en realidad se refería eufemísticamente al inicio de una etapa de depravación. El último capítulo de esta infamia es que pretenden mostrar al país como amenaza pandémica de covid-19 para Brasil y Colombia. Con esta monumental mentira abonan otro posible flanco argumental, para justificar una posible invasión contra la patria de Bolívar.
El Centro Estratégico de Estudios Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés), elaboró recientemente el documento: Venezuela pandemia e intervención extranjera en un narcoestado en colapso. En este supuesto “informe” se sostiene que la nación representa una seria amenaza para el área geográfica suramericana.
Estudio mendaz
“A fines de junio y principios de julio, tres eventos separados destacaron el riesgo creciente de que la crisis política, sanitaria, económica y de seguridad en Venezuela llegue a un punto crítico en los próximos meses, lo que tendría graves consecuencias para sus vecinos de la región”, refiere el escrito.
Para el historiador y representante de la República Bolivariana ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), Samuel Moncada, la finalidad de esta iniciativa es obvia:
“Se usa al coronavirus como excusa para el nuevo ataque militar. Según ellos, en primera fase, Venezuela sería desbordada por contagios y los venezolanos desesperados colapsarían los servicios de salud de Colombia y Brasil”, explica el diplomático quien califica esta hipótesis como el resultado de “mentes enfermas”.
2/ El más reciente producto de las mentes enfermas del CSIS usa al coronavirus como excusa para el nuevo ataque militar. Según ellos, en primera fase, Venezuela sería desbordada por contagios y los venezolanos desesperados colapsarían los servicios de salud de Colombia y Brasil. pic.twitter.com/S3XpKTzHRu
— Samuel Moncada (@SMoncada_VEN) August 20, 2020
La realidad es que tanto en Brasil como Colombia, están desbordados de covid-19. Y uno de los principales vectores de contagio de la enfermedad en Venezuela, fueron los denominados trocheros. Estas personas ingresaron por caminos ilegales, provenientes en su mayoría de la nación neogranadina y del gigante amazónico.
Éxodo en reversa
Los trocheros han protagonizado un éxodo en reversa como pocas veces visto, huyendo de la inhumanidad de sistemas sanitarios privatizados y desbordados. Las cifras son contundentes, Brasil y Colombia figuran entre los 10 países del mundo con más contagios de covid-19. De hecho el primero es el segundo epicentro mundial de la pandemia con 3.501.975 infectados. Mientras que en tierras colombianas se han registrado 513.919 pacientes. Entre ambos países suman 128.487 decesos.
Brasil tiene una de las tasas de contagio más altas del mundo con 1.671,83 por cada 100 mil habitantes, mientras que Colombia registra 1.034,71. Todos estos datos contrastan con Venezuela, país que suma 37.567 casos, 311 fallecidos y una tasa de contagio por cada 100 mil de 130,12.
Lo más increíble de esta infamia, es que Venezuela más de 5 mil pacientes infectados de coronavirus procedentes de Colombia y más de 500 desde Brasil. Semejante matriz sólo puede comprenderse desde la lógica goebbeliana de que las mentiras gigantescas son más fáciles de posicionar que las más pequeñas.
Cadena de fakes
Pero el asunto no queda allí. El almirante Craig Faller, jefe del Comando Sur, admite públicamente que en medio de la pandemia de covid-19 sus «socios» han sabido adaptarse, para mejorar el intercambio de información estratégica de inteligencia en contra de Venezuela. Y seguir alimentando la infamia.
Trump y sus secuaces usan la pandemia como arma de exterminio junto a la asfixia económica. Es un experimento genocida que nuestra Nación nunca había enfrentado y nos exige máxima disciplina y conciencia para salvar a nuestro pueblo. ¡Es una sola lucha por la vida y la soberanía! pic.twitter.com/pOqRcYxaax
— Samuel Moncada (@SMoncada_VEN) August 20, 2020
Igualmente, el alto oficial estadounidense sostiene que el presidente constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro, constituye una amenaza para la democracia latinoamericana.
Según Faller, con la ayuda de China, Rusia, Cuba e Irán, Venezuela sigue representando un serio peligro. Asimismo, el funcionario norteamericano ha realizado acusaciones infundadas vinculando al gobierno nacional con el narcotráfico internacional.
Como se ve, una larga cadena fakes para servir la mesa de la intervención militar, bien directamente o con la ayuda del ejército de su “socio”, el presidente colombiano, Álvaro Uribe.