El periodista de la agencia AP, Joshua Goodman, publicó este martes una nota en la que expone como la fiscalía de Nueva York manipuló pruebas en contra de un empresario iraní por supuestamente haber eludido las sanciones de Washington contra Teherán.
La afirmación de la manipulación de pruebas no es la conclusión osada del reportero, sino la confesión de los fiscales involucrados en la causa contra Ali Sadr Hashemi Nejad.
Estos habrían dicho en un intercambio de mensajes de textos que habrían dicho una “mentira rotunda” para perjudicar al banquero.
Lo relevante de este caso y de la confesión de los funcionarios, es que son parte del mismo organismo en los EE.UU. que llevan causas en contra del presidente Nicolás Maduro y el Ministro Tareck El Aissami.
Fiscales de NY que manejan casos contra @NicolasMaduro y @TareckPSUV reconocen haber mentido sobre el manejo de evidencias en un caso contra empresario iraní convicto de violar sanciones. https://t.co/FOBUhObbzl
— Joshua Goodman (@APjoshgoodman) February 24, 2021
La confesión deja en entredicho el objetivo de la Fiscalía de Nueva York de hacer justicia; y de actuar deliberadamente para perjudicar a los acusados con la manipulación de pruebas.
Los acusadores en el caso contra Sadr habrían ocultado un documento financiero que exculpaba al empresario iraní de los cargos que le imputaban.
Los fiscales, conscientes del poder de la prueba, no la compartieron con la defensa, como correspondería en los términos de un juicio justo.
La Fiscalía prefirió “enterrar el documento” entre otros más, pero la defensa de Sadr detectó la novedad. Entretanto, maniobraron el golpe diciendo que el documento no tenía “valor exculpatorio” y que creían que lo habían presentado antes.
En medio de esta situación, los supervisores de la Fiscalía de Nueva York reconocieron en mensajes de textos que las excusas presentadas por sus funcionarios en el caso de Sadr eran una “mentira rotunda”.