Por primera vez en la historia de los EE.UU. el elector pudo votar desde su carro. Este método es una novedad producto de la necesidad de poner a salvo a la gente de la pandemia el día de la elección.
Pero si bien parece que la idea es el producto de la “originalidad” norteamericana, en honor a la verdad en este caso “América no fue primero”. Ya este formato de votar sin tener que bajarse del carro había sido aplicado en las últimas elecciones regionales y parlamentarias de la República Checa.
En el caso estadounidense, este método de votar desde el carro se aplicó en el estado de Texas, pero no todos lo vieron como una novedad simpática.
El comando de campaña de Trump intentó impugnar los votos sellados con esta forma de participación, pero el tribunal local “les espichó las ganas” de salirse con las suyas.
De acuerdo a la reseña de medios internacionales, se tratan de unos 127 mil votos anticipados que el comando republicano buscó anular sin pensar en que le cercenaba el derecho democrático a sus ciudadanos.
Voto al volante
Algunos votantes valoran esta forma de votación como la adaptación electoral a la costumbre norteamericana de los “driver-through” en los restaurantes de donde los clientes piden y come sin bajarse de sus carros.
Esta innovación es uno de los modos en el que EE.UU. procuró garantizar la participación sin riesgo de contagios de covid-19, ya que el proceso comicial se desarrolló en el marco de un aumento importante de nuevos infectados por la pandemia en ese país.
La nación norteamericana es el país más afectado por la pandemia, con más de 9.3 millones de contagios desde el comienzo de la crisis sanitaria.
Al mismo tiempo es la nación con más fallecidos por la enfermedad con el saldo de 232.374 víctimas.
