Se filtran más fotografías y capturas de pantalla con los datos de los participantes en la Consulta Popular convocada por Juan Guaidó para pretender extender la vigencia de la actual representación parlamentaria, un despropósito tan ilegal como infructuoso porque es imposible que una autoridad de manera unilateral quiera continuar en el cargo de elección popular sin ganar unas nuevas elecciones. En las imágenes puede apreciarse que una misma persona ha participado varias veces, de lo cual se concluye que la denominada “consulta” es una gran estafa.
También es descabellado tomar como vinculante la expresión de un grupo de venezolanos que se expresan vía WhatsApp y Telegram, más aún cuando el mecanismo de participación está amañado.
Además, el guaidosismo llama a esta pretendida consulta calificando de “votos” a unas respuestas mediante un chat.
En medios y redes se han difundido denuncias de usurpación de identidad y fallecidos enviando respuestas.
Pero qué podría esperarse de alguien que se autoproclamó en una plaza pública el 23 de enero de 2019 y ha jugado a ser Presidente.
Chats vs. Votos
Del mismo modo, debe analizarse que mientras EE.UU. y sus aliados en el golpe de Estado buscan reivindicar la fraudulenta consulta, desconocen la elección parlamentaria.
Esta supuesta consulta no es un proceso transparente, es un verdadero fraude que quieren imponer con la idea de perpetuarse después del 5 de enero.
El 6 de diciembre el pueblo eligió a sus diputadas y diputados con más de 6 millones de votos y estos asumirán sus funciones constitucionales a partir del 5 de enero próximo.
Los sufragios del 6D contaron con 107 partidos, 90% de los habilitados en el país, y postularon a 14.400 candidatos, siendo los más plurales.
Asimismo, se contó con 240 veedores internacionales y 1.600 nacionales, un sistema automático con nuevas máquinas que se auditó 16 veces con todas las garantías.
La gran estafa
Una supuesta consulta no garantiza participación amplia ni democrática, es dirigida a un mismo sector golpista.
Este chat no se fundamenta en registro electoral alguno. No presenta cifras de participación y es evidente su debilidad tecnológica.
El pueblo ya sabe que es una simulación, una estafa para seguir conspirando, para intentar prolongarse en su mentira y desconocer la victoria del 6D.
Mientras llamaron a la abstención alegando fraude en las parlamentarias, para en cambio darle a sus seguidores esta farsa, este es el verdadero fraude.
Además, la consulta no es vinculante, es un simple sondeo de opinión, no posee rango constitucional y tampoco tiene un objetivo real.
Como tampoco lo tuvo la fulana TeleConsulta que hizo Guaidó en abril para supuestamente orientar a los venezolanos respecto al covid-19.
Carnet de la Patria a la vanguardia
De la misma manera, el Gobierno sí ha realizado consultas efectivas, con objetivos humanistas, que se traducen en políticas públicas.
El Sistema Patria es una plataforma tecnológica sólida, eficiente y rigurosa, de participación masiva y con base en un universo real de población.
Esta herramienta reúne a 20 millones de venezolanos y venezolanas que son atendidos con el sistema de bonificación y otras políticas incluyentes.
El Sistema Patria ha desarrollado 3 consultas asociadas a la cuarentena, de despistaje de síntomas que dirigió el despliegue médico.
Esta iniciativa es única en el mundo y salvó miles de vidas porque direccionó la atención médica a cada rincón del país.
En medio de la angustia de los primeros meses con la pandemia, Venezuela aplicó la encuesta Patria para el despistaje masivo.
Si la persona tenía los síntomas, acudían a su casa una brigada de médicos venezolanos y cubanos para hacerle la prueba.