Brasil se ha convertido en el epicentro mundial de la pandemia. Por día, el país suramericano puede superar las 3 mil muertes. Además el colapso hospitalario ha llegado a tal punto, que médicos improvisan Unidades de Cuidados Intensivos. Ante esta grave crisis sanitaria, un estudio hecho y publicado por la revista Science y la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF), determinaron que la principal causa de este desastre se debe a la inacción del Gobierno que dirige el presidente Jair Bolsonaro y su promoción de vacunas ineficaces.
«La falta de voluntad política en Brasil es inaceptable«, declaró este jueves en una rueda de prensa Meinie Nicolai, la directora general de MSF; organización que tiene personal trabajando en territorio brasileño para combatir la pandemia.
Asimismo la ONG sanitaria acusa a las autoridades de «haber dejado a los médicos a su suerte en la línea del frente«. Además asegura que todavía quedan médicos recetando medicamentos sin eficacia comprobada, que el Gobierno federal promovió y que están causando graves estragos e incluso muertes.
Negligencia
La investigadora brasileña, Marcia Castro, quien lidera el equipo de estudiosos de Science, alertó que «La respuesta (del Gobierno) federal (al virus) ha sido una combinación peligrosa de inacción y negligencias; incluida la promoción de la cloroquina como tratamiento a pesar de la falta de evidencia científica»; según describió este miércoles tras indagaciones.
De igual manera, alegan que factores como la desigualdad y la ignorancia sobre la implementación de restricciones necesarias en las regiones, provocaron un alza que se salió de control ante la imposibilidad actual de parar la cadena de contagios. Incluso, el mismo presidente Bolsonaro, quien al inicio de la pandemia banalizó el virus y le llamó «gripecita», también calificó de «mierdas» a alcaldes y gobernadores que decidieron aplicar cuarentena para frenar la curva de casos.
En este sentido, MSF critica la inestabilidad gubernamental en cuestión sanitaria; cuando desde que empezó el brote del covid-19, el Ejecutivo ha cambiado de ministro de Salud, cuatro veces. Además de la desinformación, denuncian la inexistencia de campañas comunicacionales que llamen a los cuidados primordiales de eficacia comprobada como el uso de la mascarilla, el lavado constante de manos o el distanciamiento físico. No obstante, sostiene que, sin un cambio de rumbo inmediato por parte del Gobierno, la catástrofe seguirá agravándose. “La transmisión se acelerará, con lo que habrá más enfermos graves, más presión sobre los hospitales y más muertos”.