Salir como delincuente y creerse presidente
Vía Rastrojo Airlines, el diputado en desacato que se cree presidente sale como un delincuente de Venezuela y es recibido en Colombia con honores presidenciales por Duque y parte de la Fuerza Armada Colombiana. Comprensible, considerando que el Comandante del ejército de esa Fuerza Armada expresó sus condolencias a alias Popeye, sicario de Pablo Escobar, por lo que es coherente que rindan honores al diputado en desacato por sus vínculos con los rastrojos.
Recorrió el mundo. Reino Unido, Canadá, EE.UU., Francia, España; le repetían una y otra vez que era presidente y poco a poco volvía a convencerse que lo era. En España, aunque no lo recibe Sánchez, se enorgullece de llenar la puerta del sol de inmigrantes con el respaldo del xenófobo partido Vox, que acto seguido evaluó la presencia de venezolanos en España y la necesidad de deportarlos.
Los encuentros con la prensa extranjera le recordaban la realidad que se niega a aceptar. Por fines electorales, Demócratas y Republicanos, quizá sin tener idea de quién era, lo aplauden en el congreso. “Guaidó logra conciliar a demócratas y republicanos”, titulan los medios hispanos en EE.UU., mientras los opositores venezolanos esperan leer en los medios nacionales: “Guaidó logra conciliar a los partidos y líderes opositores”, pero como en todo lo demás, sus poderes, incluyendo los conciliatorios, sólo funcionan de las fronteras de Venezuela hacia fuera.
Regreso… a la realidad
Si el congreso norteamericano y el presidente de los EE.UU. lo llaman presidente, asume que debe serlo. Por eso no entiende porque no llega por rampa 4 en Maiquetía y desconcertado no logra divisar a los miembros de la Fuerza Armada (a los que se ha cansado de ofender y descalificar), para que le rendirán los honores presidenciales. Se sorprende al ver que el comité de bienvenida está integrado por los empleados de Conviasa que le reclaman por ser el principal impulsor de sanciones, especialmente a la aerolínea, comprometiendo su operatividad e incluso sus empleos. También el pueblo lo increpa luego de su recorrido mundial para solicitar medidas que agraven las dificultades económicas que atraviesa el país.
No admite retrocesos
Anunció a sus seguidores que “comienza un nuevo momento histórico que no admite retrocesos”. Aclarando que el momento “histórico” anterior admitió muchos retrocesos por lo que es mucho lo que les corresponde remontar. Sólo el 23 de febrero y la “ayuda humanitaria entra sí o sí” o el intento de golpe de Estado e insurrección de los cambures son uno de muchos ejemplos.
El aplauso y las sanciones
Los simpatizantes de Guaidó se preguntaban ansiosos qué les trajo, ¿Unos marienes? ¿Tropas del mundo? ¿Un TIAR portátil? Él despeja rápidamente la duda: “les traje un aplauso”. Iniciando así un nuevo recorrido hacia la frustración y decepción. Lo otro que trae son más sanciones, sin ningún cargo de conciencia y hasta orgulloso.
CNN no reconoce a Guaidó como presidente sino como Bluf creado por Trump
CNN se refiere a Juan Guaidó como líder opositor y presidente de la Asamblea Nacional. Atrás quedaron los días de presidente encargado o interino, causando la molestia del senador Rick Scott. Su articulista Jorge Dávila se pregunta: “¿Por qué Trump llevó a Guaidó al pleno del Congreso, lo saludó y lo honró? ¿Por qué lo llevó al día siguiente a la Casa Blanca? Muy sencillo. Las elecciones presidenciales están a la vuelta de la esquina. Y qué le importa otro bluf más a Donald Trump”.
… y el New York Times habla de centros comerciales llenos y restaurantes y bares nuevos cada semana en Caracas
Si el senador Scott se quejó con la CNN, Julio Borges lo hizo con el New York Times por un artículo en el que abordan el auge económico de Caracas. Para el paladín de la libertad de expresión, debe censurarse el referido artículo.
Su enfado es compresible, leer que: “Los centros comerciales, que hace seis meses lucían abandonados, ahora están llenos de gente, (…) bares nuevos están apareciendo cada semana en las zonas más prósperas de la ciudad, con sus mesas llenas de empresarios extranjeros”, contrasta y debilita el discurso de la “mega crisis humanitaria compleja que atraviesa Venezuela” y dificulta la tarea de obtener millones de dólares para atenderla.
Bukele, del selfie en la ONU a la militarización del parlamento
Nayib Bukele, presidente del Salvador, ha sido vendido por los medios como “el presidente millenial». Su selfie en la ONU refuerza el calificativo. Sin embargo, la disputa con el congreso por un presupuesto, lo llevó a intimidar a los parlamentarios usando las fuerzas militares, hecho que lo hace ver menos millenial y más del siglo pasado, específicamente más parecido a los autoritarismo militarista de derecha en Latinoamérica en el siglo pasado. Por supuesto que los medios no titularon “Bukele militariza el parlamento” ni nada por parecido, su manual de estilo establece la exclusividad de esos términos para Maduro.