El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, asegura que los escándalos sexuales que involucran a los religiosos, llevarán al catolicismo a su fin, esto luego de insultar a Dios, a los santos e invitar a matar sacerdotes. El mandatario filipino, señaló directamente a la Iglesia Católica y vaticinó que los escándalos sexuales que involucran a religiosos, la llevarán a su fin.
«La gente no olvidará» las maneras en que se conduce el «clero católico», del que dijo que cuando se excitan, «van tras las monjas» y «si son gays, van tras los muchachos». «¿Quién necesita una religión como esa?», se preguntó Duterte.
«La Iglesia católica desaparecerá. En 25 años desaparecerá. No más, la gente la olvidará», expresó el mandatario, durante un encuentro con funcionarios en la ciudad de Pasay. Allí responsabilizó de la situación a las conductas de los religiosos.
Pese a las críticas, Duterte aclaró que no está enojado con la institución, sino con ciertos religiosos y reiteró que sufrió abusos por parte de un sacerdote cuando era un estudiante.
Tras estas afirmaciones, el vocero del mandatario, Salvador Panelo, aclaró que el enfado del jefe de Estado, estaba dirigido a ciertos religiosos que «violaron sus propios votos». «Hasta el Papa se convirtió en el crítico número uno de la Iglesia católica», dijo. Con todo, quiso dejar claro que el presidente «cree en Dios, reza e invoca a Dios».
Esta, no es la primera vez que Duterte tiene duras expresiones con respecto a la Iglesia. El mandatario calificó a Dios como «estúpido», a los santos como «malditos» y como «tonta» la doctrina de la Santísima Trinidad. También aseguró que no cree en el pecado original ni en el infierno.
Sobre la crucifixión, señaló: «Tu Dios fue clavado en la cruz. ¡Mierda, qué poco impresionante! ¿Soy Dios y me crucificarás? Hijo de puta. Les diría: ‘Rayo, termina con ellos. Quema a todos los no creyentes'». Aseguró que la mayoría de los sacerdotes son homosexuales e instó a la población a asesinarlos.
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