Son 2 las víctimas que hasta ahora registran lesiones graves en los ojos, por la represión de los cuerpos policiales en Guatemala, en medio de las manifestaciones populares de los últimos días.
Cada uno de los pacientes perdió un ojo, según lo confirmaron autoridades del Hospital Roosevelt, donde fueron atendidos los ciudadanos heridos durante la jornada de protestad el sábado 21 de noviembre.
Se conoció que ambos jóvenes, de 30 años de edad y 21 años, se encuentran en condición estable, aunque delicada, luego de que se les practicó un procedimiento de extirpación del globo ocular; debido a que no fue posible salvar los órganos por la magnitud del trauma que experimentaron.
Una vocera del cuerpo médico encargado expresó que “en este caso los trasladaron al hospital bajo la indicación que habían sido víctimas de explosión cerca de la cara; que les fracturó además el pómulo. Me imagino que fue una bomba lacrimógena”.
Por otra parte, se espera el resultado de las investigaciones que realice el Instituto Nacional de Ciencias Forenses y el Ministerio Público para determinar responsabilidades, además de conocer si existen otras víctimas con consecuencias similares.
¿Igual que en Chile?
Este primer balance de la represión policial en Guatemala, despertó en sectores nacionales y latinoamericanos el fantasma de lo que ocurrió en Chile; durante las protestas contra las medidas neoliberales de Sebastián Piñera, entre octubre de 2019 y enero de 2020.
En aquellos meses la acción del cuerpo de Carabineros dejó un saldo que se calcula en más de 400 personas; con pérdida parcial o total de la vista
Asimismo, en el caso chileno abundan las denuncias por la utilización de manera indiscriminada, de balines, perdigones y bombas lacrimógenas; como principales causantes de las lesiones oculares. Motivos similares parecieran estar bajo observación en Guatemala.
La madrugada del lunes 23 de noviembre, el Congreso guatemalteco anunció la suspensión del presupuesto cuya aprobación parecía ser una decisión tomada; lo cual desató el reclamo de la población, ya que el mismo dejaba de lado el aspecto de la atención social.
