La pandemia no solo quita y pone ministros en el despacho de Salud en Brasil, pues también la enfermedad provocó la renuncia del canciller. Ernesto Araújo presentó este lunes su dimisión ante Bolsonaro, presionado por las críticas que le cuestionan las gestiones en la compra de las vacunas contra la covid-19.
El exjefe de la diplomacia, un conspicuo anticomunista que todavía no despierta de los tiempos de la Guerra Fría, habría deteriorado las relaciones de Brasil con China por razones de prejuicios ideológicos, sin tomar en cuenta que dañaba así la diplomacia con el mayor socio económico del país.
Araújo simplificó las gestiones de algunos congresistas que contemplaban proponer el juicio político y destitución del funcionario.
Adicionalmente, más de 300 diplomáticos brasileños suscribieron una carta en donde criticaron al excanciller. Estos le acusaban de causar “graves daños en las relaciones internacionales de Brasil” por lo que también exigieron su dimisión.
Excusas conspirativas
Antes de dar un paso al costado, Araújo desplegó su inclinación por las excusas de conspiración detrás de la presión en su contra. Desde las RR.SS. habría sugerido que las maniobras del Congreso para apartarle de la cancillería “estaba motivada por intereses con la tecnología 5G y no por causas de la vacuna”.
China es el país con mayor avance en el desarrollo de una internet más veloz, y al mismo tiempo con un costo más accesible que las compañías occidentales.
Antes de la pandemia, uno de los renglones atacados y perseguidos por Washington en contra de Beijing fue el desarrollo y comercialización de esta tecnología con la supuesta excusa de que la nación asiática la usaría para el espionaje.
Brasil es el actual epicentro de la pandemia de covid-19. En cada jornada el país supera el número diario de contagios y ya superó el tope los 300 mil fallecidos.