Científicos británicos de la Universidad de Oxford desarrollaron una posible vacuna contra el nuevo coronavirus covid-19 y ya están siendo fabricadas 1 millón de dosis que estarán disponibles en septiembre de 2020, incluso antes de las pruebas clínicas para comprobar su eficacia, informó el equipo el pasado 17 de abril.
La vacuna experimental, denominada ChAdOx1 nCoV-19, proviene de un inofensivo virus de chimpancés que ha sido genéticamente diseñado para transportar parte del covid-19. La técnica ya ha demostrado generar fuertes respuestas inmunológicas en otras enfermedades y este producto es uno de los al menos 70 candidatos potenciales para combatir el coronavirus, que están siendo desarrollados por firmas biotecnológicas y de investigación de todo el mundo.
Adrian Hill, profesor y director del Instituto Jenner de la Universidad de Oxford, a través de un contacto vía internet, informó a los medios internacionales que se está organizando una capacidad de producción a gran escala “en riesgo”. La razón es que el mundo necesita una vacuna y considera que no se puede esperar por pruebas que podrían demorar varios meses por su verificación; por tanto es posible que los ensayos no superen las pruebas clínicas aunque el equipo de Oxford asegura que tiene 80% de posibilidades de éxito. «Mientras se lleven a cabo las pruebas, tenemos que comenzar la producción aunque existe el riesgo de que si la vacuna fracasa nadie la va a querer», agregó.
El Gobierno del Reino Unido ha destinado 2,2 millones de libras esterlinas (unos 2,75 millones de dólares) para financiar las pruebas clínicas. Por su parte, Hill adelantó que 3 de los socios fabricantes están en Reino Unido, dos en Europa, uno en India y el restante en China.
La crisis humanitaria mundial a causa del nuevo coronavirus pone sobre la mesa el debate entre priorizar los principios de la ética científica y médica o el negocio mundial de las potencias farmacéuticas.
