El, por ahora, diputado Juan Guaidó, también conocido como presidente imaginario y ahora más recientemente como Sir Bobolongo, por sus diligentes servicios de piratería a la reina Isabel II, reapareció. Tras varias semanas de mutismo radical y absoluto, concedió una larga entrevista a otro medio impresentable, para vanagloriarse de las mal llamadas sanciones impuestas por su culpa a todo el pueblo venezolano.
Luego de poco más de año y medio de mandato virtual, o como el mismo medio admite “de ese ministerio sin cartera que es el gobierno interino”, el único logro que tiene para mostrar Sir Bobolongo son las medidas coercitivas y unilaterales impuestas al país.
Penurias para la gente
Es decir, un bloqueo criminal para impedir que se puedan comprar insumos, alimentos y medicamentos, en medio de la pandemia de covid-19, la más terrible que ha vivido la humanidad en siglos de historia.
“Sin duda la sanciones son el mayor éxito, y requirió un lobby muy intenso a nivel internacional”. Y a medida que salen pruebas, audios y declaraciones ya sabemos en qué consistió ese lobby. No ha sido más que un eufemismo, para encubrir la entrega descarada de la soberanía patria.
Negociaciones para ofrecer el Esequibo y nuestro oro a Inglaterra, la promesa de ceder una parte del Zulia a grupos paramilitares como los “Rastrojos”; amén de servirle en bandeja de plata a Citgo al psicótico presidente de EE.UU, Donald Trump, para que se construya su muro fronterizo con México.
Esas han sido las cartas de negociación de Sir Bobolongo. Pero incluso la periodista que realiza la entrevista al igual que el medio, que son abiertamente militantes de la causa de la antipatria, tuvo que increpar a Guaidó por su fracaso político tan evidente.
Dardos venenosos
Estos pasajes son de oro: “Pasado año y medio ya no le escuchamos decir: cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres y ninguna de las tres se ha logrado…”. “Tendrían que apurarse un poco”.
“Hay quienes piensan que el gobierno interino de Guaidó es una entelequia. Si bien es cierto que hay una cantidad de países que lo reconocen, el venezolano común no lo siente así. Porque si va a sacar un pasaporte tiene que recurrir al Saime de Maduro. Si voy a echar gasolina tengo que ir a la bomba según Maduro me diga. Y así para un registro, o cualquier trámite cotidiano. Hay un apoyo internacional, con sus más y sus menos, pero internamente no parece haber la misma convicción. Si salgo y hago una encuesta en la calle y pregunto quién es el presidente de Venezuela, la gente no me va a decir que es Guaidó. Apuesto que me van a decir que es Maduro. Son situaciones fácticas, cotidianas del venezolano. ¿Cómo convencer en lo interno?”.
Como dicen en Derecho a confesión de partes, relevo de pruebas. Ante los dardos de la periodista, Sir Bobolongo sólo pudo enredarse en un cantinflérico circunloquio, más enredado que un tratado de filología.
Delirium tremens
«Mi mandato es constitucional y según el artículo 233 es una elección libre, justa y verificable. Para usar los términos que usamos recientemente en nuestro comunicado sobre las elecciones de la Asamblea», señaló.
Ha de ser delirium tremens, o agotamiento como dijo otro polémico comunicador, porque aquí todo el mundo sabe que ese señor era un completo desconocido antes de 2015. Fecha en que escasamente votaron por él poco más de 100.000 personas, para que obtuviera la curul de diputado por el estado La Guaira.
La propia periodista vuelve a admitirlo: “Hace año y medio el nombre de Juan Guaidó Márquez no identificaba a ninguna celebridad. Probablemente lo conocían, además de sus cercanos, en los círculos del parlamento venezolano donde tiene una curul como diputado y seguramente en su tierra natal, el estado Vargas, donde aspiró al cargo de gobernador”.
Preguntas en el tintero
A pesar de estar cada vez más aislado, Guaidó persiste en el llamado de los violentos de no participar en las elecciones parlamentarias. Tiene que reconocer que la única fortaleza que le quedan son las “capacidades tercerizadas”, nuevo eufemismo para referirse a las presiones de Estados Unidos y de la Unión Europea.
No obstante, es la primera vez que descarta de plano la vía violenta y señala que se debe optar por “la mediación, negociación y condiciones electorales”. Mientras Guaidó afirma esto su embajadora imaginaria en Inglaterra pedía: “muerte”, para el Presidente Maduro.
#TwitterRules Mensaje de Vanessa Neumann con amenaza de muerte a presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, fue retirado por Twitter ya que incumple con sus reglas. La amenaza fue publicada ayer a las 17:20. A las 19:08 escribió "Anonymous in the house". pic.twitter.com/84iBAqoMmn
— La Tabla (@latablablog) July 4, 2020
Es evidente que sólo dice esto de la boca para afuera. Obligado por estrepitoso fracaso de la operación Gedeón. Resulta curioso, por decir lo menos, que la periodista no realizara ni una pregunta sobre este tema y tampoco sobre las duras declaraciones de su jefe mayor, el presidente norteamericano Donald Trump, quien públicamente lo ha denostado.