El grupo de los BRICS se preparan para celebrar entre este 22 y 24 de octubre su XVI Cumbre en Kazán, Rusia, donde buscarán fortalecer la multipolaridad para un desarrollo y una seguridad global equitativa.
Desde su creación, los BRICS se han presentado como el surgimiento de un nuevo orden internacional, más justo y democrático, pero que aún le faltaría consolidar un marco organizativo claro y una estructura interna.
Ante estas limitaciones, la Cumbre de Kazán servirá para abordar estos desafíos, para lo que necesita establecer un consenso interno más sólido.
Uno de los puntos a tratar en la Cumbre será la búsqueda de los pasos para seguir avanzando en la desdolarización de las economías y fortalecer entidades financieras distintas al Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Conseguir una alternativa a la desdolarización es clave, ya que ese mecanismo se ha convertido en una estrategia política de extorsión por parte de Estados Unidos y sus aliados.
Para lograrlo, los países miembros del grupo podrían implementar el “sistema multidivisa”, que permitiría “proteger a sus participantes de cualquier presión externa como las sanciones extraterritoriales”.
Este plan incluiría la creación de centros para el comercio mutuo de productos como petróleo, granos, gas natural y oro.
Asimismo, los miembros de los BRICS estarían desarrollando “una amplia gama de instrumentos para crear un sistema financiero internacional inclusivo”.
Por lo que se prevé, que en la cita en Kazán presenten como opción pagos en moneda digital.
Además, se prevé que en esta Cumbre de los BRICS se busque un enfoque equilibrado que priorice la organización y la solidez interna, lo que sería clave para establecerse como un nuevo centro de poder en el sistema internacional.
En especial, porque actualmente la tasa media de crecimiento de las economías BRICS en 2024-2025 será del 4,4% anual. Mientras, que la de los países del G7 es del 1.7%.
