Durante una reunión del consejo de supervisión de la Agencia de Iniciativas Estratégicas rusa, el Jefe de Estado, Vladímir Putin, señaló que las marcas occidentales no quieren irse del país, pero debido a «la presión de sus gobiernos«, se ven obligados a hacerlo a pesar de generarles enormes pérdidas.
«Hoy, muchas de ellas (empresas occidentales), bajo la presión de sus gobiernos, están abandonando nuestro mercado. Todo lo mejor para ellos«, dijo el presidente ruso este jueves, y luego agitó la mano en un gesto de despedida.
«Están sufriendo grandes pérdidas porque han perdido nuestro mercado. Es su elección, su decisión», dijo el jefe de Estado.
Putin añadió que sabía de primera mano que a algunas compañías no les gustaba haber abandonado el mercado ruso.
«¿Quién quiere perder negocios bien establecidos en los que invierten dinero y esfuerzo? Y ni siquiera se trata de dinero: mucha gente puso sus corazones, digamos abiertamente, trabajó duro. Pero bajo la presión de sus gobiernos, se ven obligados a irse, dejando atrás un legado muy decente: infraestructura de producción, personal bien capacitado», expresó.
El mandatario ruso recalcó que, pese a todas las expectativas de que la economía rusa no sobreviviría a la salida de empresas, esta sigue funcionando. «Alguien debió pensar que todo se derrumbaría y se desmoronaría de golpe. Nada de eso está ocurriendo: nada se ha derrumbado ni se está desmoronando. Nuestras empresas, nuestros empresarios, retoman esos negocios o incluso líneas de negocio y continúan esa labor, y con éxito», subrayó.
En este contexto, el mandatario considera que el potencial de desarrollo de las empresas rusas es «sencillamente colosal» y por eso las autoridades deben apoyar ahora a los empresarios locales, especialmente en áreas innovadoras. Según afirmó, la retirada de las marcas occidentales ha brindado a los productores nacionales «unas oportunidades únicas de desarrollo». «Y debemos aprovecharlas», concluyó el presidente ruso.
Marcas entre la espada y la pared
Empresas internacionales, perdieron más de 59 mil millones de dólares en 2022, tras retirarse del mercado ruso por razones relacionadas con la operación militar en Ucrania, y se prevé que existan más problemas financieros a medida que las sanciones afecten a la economía y las compañías extranjeras sigan dejando de operar en Rusia, según cálculos de medios estadounidenses; al analizar declaraciones públicas y registros de valores.