Durante su programa Con Maduro+, el presidente de la República, Nicolás Maduro, invitó a la nueva oposición venezolana a trabajar por la paz y construir una vida política y social pacífica.
El jefe de Estado también hizo un llamado a la estabilidad y al trabajo conjunto, reconociendo que la oposición tiene su propia base de apoyo. “Tenemos la obligación de construir un país estable, la oposición tiene su forma de expresión, su público y su gente”. No obstante, señaló que la agenda opositora ha estado, en ocasiones, influenciada por sectores extremistas.
Al cumplirse 7 años del intento de magnicidio en su contra, el presidente Maduro, acusó a la derecha fascista de participar en eventos desestabilizadores como el golpe de estado de 2002, las guarimbas de los años 2014 y 2017, y, desde 2019, en acciones “golpistas e intervencionistas” con el apoyo de Estados Unidos.
Entretanto, calificó el “gobierno interino” de Juan Guaidó como un “experimento de intervencionismo” diseñado para justificar una intervención militar y una guerra económica. “Nadie olvide a Juan Guaidó, prohibido olvidar”, dijo Maduro, al tiempo que comparó al prófugo de la justicia venezolana con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, calificándolos de “agentes de los gringos” utilizados para dañar y ocupar sus respectivos países.
Resistencia
En este sentido, el presidente Maduro, aseguró que su gobierno ha resistido los intentos de intervencionismo manteniendo un enfoque en la “constitucionalidad, el diálogo y el entendimiento”. Según el mandatario nacional, esta estrategia ha dado frutos, evidenciado en la emergencia de lo que él llama una “nueva oposición”.
“En las elecciones de la Asamblea Nacional, gobernaciones y alcaldías ha surgido un núcleo amplio, nuevo y fuerte, al que considero el arranque de una nueva oposición”, agregó.
Por lo que expresó su deseo de que este nuevo grupo opositor se desarrolle con una “vocación democrática” y ejerza su rol de manera leal “con la paz del país y con el pueblo”.
Finalmente, criticó a quienes han adoptado un “relato intervencionista” y expresó su solidaridad con los países de América del Sur que se oponen a la injerencia de Estados Unidos en sus asuntos internos.