La justicia Suiza anotó puntos a favor del diplomático venezolano, Alex Saab, luego de cerrar un proceso de investigación abierto bajo los cargos de blanqueo de capitales, por considerar que no existen elementos suficientes para sostener la acusación.
De esta forma, avanza el caso asociado a los señalamientos emitidos por el gobierno de Estados Unidos, contra el representante del gobierno venezolano, a quien la Casa Blanca ha solicitado en extradición.
Ante este escenario, toma cada vez mayor fuerza la hipótesis según la cual Saab es objeto de una persecución política; más que un caso de enjuiciamiento por la comisión de delitos en el ámbito financiero internacional.
De acuerdo con información publicada en el sitio suizo de investigación sobre temas económico y judiciales, Gotham City, el Ministerio Público de Suiza cerró, en diciembre de 2020, la investigación quemantenía desde 2018 contra Alex Saab y Álvaro Pulido Vargas.
Se presume que la defensa de Saab incorporará este nuevo elemento en el recurso de apelación interpuesto ante los tribunales de Cabo Verde. Ese país mantiene detenido al agente diplomático de la República Bolivariana de Venezuela.
Acusación sin pruebas
Según las publicaciones difundidas sobre el caso, la justicia Suiza conoció los movimientos financieros de Alex Saab, relacionados con el uso de 350 millones de dólares. Pero aclaran que casi la mitad se tranzaron, únicamente, entre cuentas en bancos privados en Suiza.
Por esta razón, aseveran que no se evidencian irregularidades. Por eso concluyeron que «tal como está, no hay más pruebas para continuar la investigación por el presunto cargo de blanqueo de capitales».
Estas averiguaciones, responden al proceso solicitado por la oficina suiza encargada de evaluar informes y denuncias; en torno a fondos sospechosos que circulan en el país. «El Ministerio Público se movilizará para suspender estos procesos penales», publicó el portal informativo.
El gobierno venezolano mantiene la denuncia para demostrar que Washington insiste en la extradición de Saab, como una retaliación contra la administración de Nicolás Maduro. El diplomático adelantaba gestiones a fin de superar el bloqueo impuesto por Estados Unidos en la compra de alimentos.
