Durante la madrugada del 27 de septiembre, Azerbaiyán y Armenia están enfrentándose militarmente por un territorio fronterizo que cada quien asegura que les pertenece. Aunque para los lectores occidentales este conflicto pudiera parecer nuevo, es más bien una pelea vieja.
Ambos países se disputan el territorio de Nagorno Karabaj; un enclave armenio en medio de Azerbaiyán que opera de manera autónoma con la pretensión de fusionarse con Armenia.
En la zona ya se disputan bombardeos que se han saldado la vida de militares de ambos bandos, así como de civiles; lo que ya desencadenó la automática declaración del estado de guerra entre ambas naciones.
Apoyo turco
Pero este conflicto binacional se ha transformado rápidamente en el escenario de una disputa de perfil regional con el apoyo de Turquía a Azerbaiyán con “mercenarios y equipos militares” según denunció el presidente armenio Armen Sarkissian.
El mandatario turco Recep Tayip Erdogan estaría apoyando la causa de Azerbaiyán, ya que considera que ese país está siendo agredido y ocupado por Armenia, una nación con la que Turquía sostiene un viejo conflicto saldado con un holocausto hace ya 105 años contra el pueblo armenio.
Erdogan dijo que «si bien invitamos al pueblo armenio a defender su futuro contra su Gobierno y aquellos que los usan como títeres; hacemos un llamado al mundo entero para que apoye a Azerbaiyán en su lucha contra la ocupación y la opresión».
Para el mandatario turco, el apoyo de su país a Azerbaiyán es el gesto de solidaridad con un pueblo hermano y de una vez adelantó que «La comunidad internacional, que no pudo tener una reacción necesaria y suficiente contra la agresión de Armenia, demuestra una vez más su doble rasero».
Conflicto largo e ignorado
El territorio de Nagorno Karabaj pareciera ser un conflicto larvado por diferencias ancestrales entre armenios y azerbaiyanos, y muchas veces ignorado por el resto de la comunidad ya que se trataría de una disputa por un pedazo de tierra que no tiene ningún tipo de recurso estratégico que pudiera servir para el interese de otras potencias.