El presidente de Chile, Sebastián Piñera, realizó un ridículo monumental durante su intervención en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), correspondiente a este año 2020. Resulta que el discurso que pronunció el jefe de estado chileno fue un calco al carbón del texto leído durante su participación en el mismo foro, pero en 2018.
El incidente rápidamente fue abordado en redes sociales, donde algunos usuarios colgaron un vídeo en el que se colocan contrastadas ambas intervenciones. Y se puede apreciar sin mayor dificultad que son exactamente las mismas frases, la misma estructura y las mismas ideas, solo cambia el año.
La estafa del siglo
Asimismo, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, también aprovechó la oportunidad para referirse al bochornoso incidente. El alto diplomático bolivariano destacó que no sorprende que semejante ligereza provenga de un personaje como Piñera. Este dirigente ha demostrado con creces durante este segundo mandato, tanto su pobreza conceptual, como su falta de escrúpulos y sus políticas inhumanas.
¡Qué estafa! Bueno….¿Qué otra cosa se puede esperar de este señor? https://t.co/kpVqdxPRgd
— Jorge Arreaza M (@jaarreaza) September 23, 2020
Chile colapsado
Aparte de la estafa que supone repetir un discurso exactamente igual. Desde el punto de vista del contenido, el texto de Piñera fue aún más falso. Y es que este señor pronuncia un discurso de hace dos años, obviando que en el interín su popularidad cayó a mínimos históricos de 11%. Y a fines del año 2019 se le desató una oleada de protestas populares, cuya represión ocasionó varias decenas de fallecidos.
Igualmente, Chile se ubica entre las naciones desbordadas por una pésima gestión de la pandemia de covid-19. Este país se acerca al medio millón de contagios, en un sistema donde la salud es un privilegio exclusivo de quienes pueden pagar.
El modelo neoliberal al extremo aplicado en Chile, por décadas se vendió como un modelo. Medios de comunicación y organizaciones del ámbito de las relaciones públicas corporativas lo promovían como ejemplo de buena gerencia, eficiencia y prosperidad. Y los hechos han demostrado con crudeza que hubo prosperidad sí, pero para las cúpulas empresariales de las cuales Piñera es uno de sus capitanes más aventajados.
En la actualidad, Chile ostenta el nada meritorio indicador, de ser el país más desigual de América del Sur, lo que ya es mucho decir en la región más desigual del mundo. Otro hecho lamentable ha sido la persecución implacable contra los representantes del pueblo Mapuche que claman por justas reivindicaciones sociales.