Henrique Capriles Radonski nace en Caracas el 11 de julio de 1972. Es licenciado en derecho de la Universidad Católica Andrés Bello.
A los 26 años comienza su carrera política como diputado; inducido a ello sobre todo por aquellas costumbres de las familias de la derecha en Venezuela que buscan “conservar la estirpe”.
En 1998 fue presidente del Congreso, por un breve período que culminó al establecerse la Asamblea Nacional Constituyente convocada para la redacción de una nueva Constitución en Venezuela; como compromiso de Hugo Chávez y el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200), durante la campaña por la presidencia de la República.
En el año 2000 funda el partido Primero Justicia (PJ) junto con Julio Borges y Leopoldo López, junto a otros representantes de la oposición; partido fundado y financiado por el lobby petrolero mundial con el objetivo de resquebrajar al Estado venezolano.
¿Cuál es el orígen de Radonski?
Capriles Radonski, proviene de una familia con fortunas recientes amasadas en torno al negocio inmobiliario, cines, medios de comunicación y servicios que tienen sus tentáculos en otros países del mundo, principalmente en España.
Posteriormente, apoyado en las zonas clases medias altas de Caracas opta por la Alcaldía de Baruta, donde ocupó el cargo de alcalde durante 8 años. Durante toda su trayectoria destaca ser fiel representante de la derecha que opta por la violencia como opción para la toma del poder en Venezuela.
En el año 2002, cumplió un tristemente célebre papel con el asalto de la embajada de Cuba.
En el año 2008, es electo gobernador de Miranda, y en el año 2012 es designado por la llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), enfrentándose a Hugo Chávez durante las presidenciales. Primera derrota histórica.
A pesar de las pretensiones de ocultar su procedencia ideológica durante la campaña electoral al asumir un discurso populista, bien preparado y conciso (por no decir fallo en ideas), no logró medirse con un líder mundial de la altura de Hugo Chávez, quien se jugó los días más difíciles de su vida a ir de pueblo en pueblo para consolidar la victoria de la Revolución Bolivariana.
El ritmo de campaña que el nivel de su contrincante exigía a Radonski, le cobró bajas en su salud, al punto de desmayarse un par de veces durante los mitines de campaña.
Luego de esta derrota, Radonski no pudo levantar vuelo más nunca; obteniendo dos derrotas adicionales propinadas por la Revolución Bolivariana: en 2014 fue derrotado por el presidente Nicolás Maduro a la presidencia y en 2017 por Héctor Rodríguez, líder del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), a la gobernación de Miranda. De esta manera es expulsado políticamente del territorio que había convertido en su trinchera.
Radonski, un indefinido
Su constante y contundente derrota política lo convirtió en un indefinido tácticamente hablando.
Capriles ha pasado por el discurso populista, el discurso de quien apuesta a la vía electoral, el discurso de quien convoca fervientemente a sus seguidores para luego pedirles calma; y el discurso de su rostro y orígen real: el que apuesta a la violencia.
En este punto, recordamos la violencia desatada por Radonski en 2014, quien al no aceptar los resultados de las presidenciales convocó las llamadas guarimbas con un resultado de 11 personas chavistas asesinadas y el incendio de centros de salud; especialmente consultorios de Barrio Adentro Salud que en la campaña frente a Chávez había prometido “fortalecer”.
Luego retoma el discurso de la “salida electoral”.
A partir de entonces Capriles no sólo sufrió los fracasos frente al chavismo; sino que además fue relegado por sectores de la derecha ya que por su inconsistencia fue catalogado por algunos como “blando”; y por otros como “traidor”.
En sus años de política, Capriles se ha ganado la desconfianza de diversos sectores de la derecha venezolana.
Sus constantes fracasos además, lo han llevado al abismo del olvido por parte de los opositores a la Revolución Bolivariana. Tiene una cuesta dura de escalar si pretende nuevamente aspirar a un lugar digno dentro de la política nacional.