Las denuncias por abuso de menores en Alemania escriben un nuevo y vergonzoso capítulo.
Una investigación realizada por la Universidad de Hildesheim demostró que miles de niñas y niños, en situación de adopción, se entregaron de manera consciente a la custodia pedófilos.
Todo empezó cuando en la década de los 70, el profesor Helmut Kentler (1928-2008) dio curso a un “experimento social” para demostrar que el contacto sexual entre adultos y niños era inofensivo.
El “Experimento Kentler” contó con el aval del gobierno de Berlín y se mantuvo por más de 30 años. Los padres pedófilos recibieron incluso “subsidio estatal”.
La investigación, iniciada en 2016, develó una “red de instituciones educativas en la que la pedofilia era aceptada, apoyada y defendida”.
Los investigadores afirman que sus denuncias carecieron de interés para el Senado de Berlín y a la fecha ninguna de las víctimas recibió compensación por lo ocurrido. Sus agresores siguen en libertad.
La red involucra académicos de alto perfil, miembros del Instituto Max Planck, La Universidad Libre de Berlín y la Escuela Odenwald, esta última cerrada precisamente por un escándalo de pedofilia.
La actual senadora de Berlín para asuntos de la niñez y la juventud, Sandra Scheeres, calificó los hallazgos de “impactantes y horribles”.
Las denuncias no son nuevas
En 2010, 24 exalumnos de la escuela Odenwald denunciaron abuso sexual por sus profesores. Cuando la fiscalía de Darmstadt inició las investigaciones, la cifra de víctimas aumentó a centenares de casos.
Para la fecha, también se dió a conocer que otra serie de instituciones escolares e internados alemanes, de corte católico, realizaron las mismas prácticas. La ministra alemana de justicia para la fecha, Sabine Leutheusser, acusó al Vaticano de impedir el esclarecimiento de abusos sexuales.
Las actuales autoridades de la ciudad han “prometido arrojar luz sobre el asunto” según afirma el portal DW.
