El camino hacia las elecciones parlamentarias en Venezuela ha ido avanzando en medio de circunstancias complejas.
Las consecuencias de la guerra económica contra el pueblo, las acciones que promueven la violencia rechazando a la participación; y además, la presencia de la pandemia que convoca a realizar una campaña distinta a los candidatos y candidatas.
En este sentido, el Gran Polo Patriótico Simón Bolívar, se ha desplegado por todo el país, pero además ha convocado del 5 al 20 de octubre a una consulta nacional por medio de redes sociales y otros mecanismos a través de los cuales la población en general aporte para construir el plan de gobierno que llevarán estos candidatos y candidatas para su acción en la Asamblea Nacional.
¿Es la primera acción de este tipo convocada por la Revolución?
Democracia participativa y protagónica como principio de la Revolución Bolivariana
La Revolución Bolivariana tiene como principio la democracia participativa y protagónica, tal como lo establece el preámbulo de la Constitución Nacional:
“…con el fin supremo de refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado; que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial; la convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones…”.
El nacimiento de la Carta Magna de 1999, ya está imantado de una vocación democrática. No hubo letra que fuera cambiada sin la aprobación popular.
El 25 de abril de 1999 a partir de un decreto convocado por Hugo Chávez, se realiza un referéndum en el que el pueblo aprueba con un 88% la conformación de una Asamblea Nacional Constituyente; para la redacción en un período de seis meses de una nueva Constitución.
El 25 de julio se realiza un segundo referéndum para elegir a los y las integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente; donde los candidatos y candidatas de la Revolución Bolivariana obtienen el 95% de los escaños.
El 3 de agosto se instaló la Asamblea Nacional Constituyente.
A partir de allí comenzó un ejercicio de consulta que se extendió a todos los sectores y espacios del país: universidades, escuelas, plazas públicas, parques, asambleas con estudiantes, con campesinos y campesinas, con mujeres, con adultos y adultas mayores, entre otros; el pueblo en toda su diversidad tuvo la oportunidad de participar y aportar a la nueva Constitución Nacional.
El 15 de diciembre de 1999, con casi 72% de los votos, se aprueba la nueva Carta Magna con la pregunta:
“¿Aprueba usted el proyecto de Constitución elaborado por la Asamblea Nacional Constituyente?”. La Constitución fue promulgada el 20 de diciembre de 1999.
Parlamentarismo de calle ¿De qué se trata?
El Parlamentarismo social de calle se trata de legislar junto al pueblo; en la práctica se trata de realizar consultas públicas para todas las leyes y temas que hay que discutir, así como el fortalecimiento de la contraloría social.
Asimismo, este método convoca a realizar un esfuerzo para llegar a todos los rincones del país con el fin de discutir leyes puntuales con sectores sociales o comunidades a las que interese cada temática en particular.
Es un método revolucionario enmarcado en la democracia participativa y protagónica.
“Un verdadero parlamento democrático en una nación democrática tiene que expresar la voluntad, la soberanía y la opinión del pueblo, en todas las materias. Tiene, por tanto, que construir las vías sociales, organizativas y tecnológicas para que eso sea una realidad”. Presidente Nicolás Maduro.
Como parte de la campaña a las elecciones parlamentarias, el Gran Polo Patriótico Simón Bolívar convoca a una consulta nacional para que el pueblo aporte propuestas a lo que será el plan de gobierno del bloque revolucionario en la nueva Asamblea Nacional.
Se trata de una acción significativa que invita a fortalecer el espíritu de participación política del pueblo venezolano que ha cuajado en más de veinte años de Revolución Bolivariana. Es un impulso ejemplar a lo que debe ser una Asamblea Nacional en manos del pueblo.
