Tras varias semanas de violencia en las calles de muchas ciudades de Perú, manifestaciones con enfrentamientos con la policía y conflicto de poderes, el Papa Francisco ha pedido que se instale un diálogo en esta nación.
Este domingo, luego de rezar el Ángelus en la Plaza de San Pedro en presencia de todos los creyentes que asistieron, el papa Francisco pidió por Perú.
El sumo pontífice pidió a los presentes a “orar por el cese de los hechos de violencia en el Perú”, pues según dijo, “la violencia extingue la esperanza de una solución justa a los problemas”.
“Animo a todas las partes involucradas a emprender el camino del diálogo entre hermanos de una misma nación; con pleno respeto a los derechos humanos y al Estado de derecho”, agregó el obispo de Roma.
No obstante, el Papa Francisco dejó en claro su posición y recalcó: “me uno a los obispos peruanos en decir ¡No a la violencia. Venga de donde venga! ¡No más muertes! ¡Hay peruanos en las calles!”.
Contexto
Con la muerte de Isidro Arcata Mamani, de 62 años, el número de víctimas mortales se eleva a 60.
Los manifestantes que ejecutan «La Toma de Lima», provienen de los cuatro puntos cardinales del país. Entre ellos, hay gran cantidad de representantes de los pueblos indígenas. Denuncian que son invisibilizados por los medios de comunicación; y criminalizados por el Gobierno.
Por último, este 21 de enero más de 200 estudiantes y marchistas opositores fueron detenidos en ese país durante el allanamiento de la Universidad Mayor de San Marcos, quienes se sumaron a los 378 apresados desde el inicio de las protestas antigubernamentales, en diciembre pasado.
Desde el 7 de diciembre, cuando el entonces presidente Pedro Castillo fue destituido y encarcelado por anunciar la disolución del Parlamento opositor y la reorganización de los órganos de justicia, la Policía ha detenido a cientos de manifestantes.
