Este 24 de marzo, Domingo de Ramos, al inicio de la celebración Eucarística en la Pasión del Señor, el Papa Francisco y los cardenales concelebrantes llevarán en sus manos los «Parmureli», que en dialecto de la región italiana de Liguria quiere decir, «palma joven».
Los «Parmureli» son «las ramas de palmas tejidas» según un sistema antiguo y complejo que se utilizaran para aclamar la entrada de Jesús en Jerusalén. Este año los «Parmureli» provienen de la ciudad italiana de San Remo, su elaboración y transporte ha sido confiada a la Asociación Famijia Sanremasca.
Los «Parmureli» un bordado artístico
La rama más alta, entrelazada como un arabesco, está destinada al Papa Francisco y es la más alta de todas, mide casi dos metros. Las de los cardenales que concelebraran son un poco más bajas.
«El trabajo que hay detrás es enorme. Para confeccionarlo se necesita casi un día de trabajo: Se trata de tejer con maestría cada mechón sin utilizar alfileres, simplemente anudándolos, como si se tratase de la urdimbre de una tela. El resultado es una especie de bordado desarrollado horizontalmente», explican Leo Pippione y Francesco Rilla, presidente y miembro de la Famijia Sanremasca, la Asociación constituida en 1957 con el fin de conservar la historia, tradición, arte y cultura de San Remo, en la región italiana de Liguria.
La preparación de los «Parmureli»
Cada año, unos días antes del Domingo de Ramos, sale de San Remo una furgoneta con los preciosos «Parmureli» destinados al Papa: «Los artesanos que los tejen son los floricultores, especialmente las mujeres que transmiten este arte. Pero primero hay que preparar adecuadamente los «Parmureli».
La hoja de la palma joven debe mantenerse en la oscuridad para que permanezca amarilla durante varios días, y luego se teje a mano, lentamente, según una secuencia precisa”.
Una antigua tradición que se remonta a la época del Papa Sixto V
La tradición (poco conocida) de donar al Papa «las ramas de palmas tejidas» para el Domingo de Ramos tiene antiguas raíces que se desarrollan entre historia y leyenda. Según la historia, en 1586, el Papa Sixto V encargó a Doménico Fontana reposicionar el obelisco que entonces se encontraba junto a la Basílica en la Plaza de San Pedro.
Como las operaciones de traslado eran sumamente delicadas y con riesgo de romper el obelisco, el Pontífice ordenó a la multitud guardar silencio, amenazando con la pena de muerte a quien perturbara a los trabajadores ocupados en esa tarea.
En cierto momento, sin embargo, en un momento delicado del traslado del pesado monolito, justo cuando las cuerdas estaban tensadas al máximo, se escuchó a alguien gritar en dialecto ligures «¡agua sobre las cuerdas!». Quien rompió el silencio y transgredió las órdenes papales fue Benedetto Bresca de San Remo, un capitán que, como experto marinero, entendía mucho de cuerdas y sabía que las cuerdas demasiado secas y demasiado apretadas podían deshilacharse y romperse, provocando el derrumbe del obelisco. La instrucción de mojar las cuerdas fue providencial y contribuyó al éxito de la operación.
Bresca fue detenido de todos modos, pero cuando quedó claro que su intervención era salvadora, fue «perdonado», por lo que lo llevaron ante el Papa Sixto V, quien le pidió que eligiera una recompensa. Pidió y obtuvo el privilegio para él y sus descendientes de suministrar al Vaticano las ramas de palma para las celebraciones de Semana Santa. El Papa por su parte le entregó el estandarte papal para izarlo en el mástil de sus barcos para garantizarle prioridad en la entrada al puerto de Ostia y durante el transporte a lo largo del Tíber.
Las celebraciones de la Semana Santa
La Santa Misa del Domingo de Ramos la presidirá por el Papa Francisco a las 10 horas junto con los cardenales y obispos. Con este rito entramos en la Semana Santa.
El 28 de marzo, Jueves Santo, también en la Basílica Vaticana, el Papa celebrará la Misa Crismal a las 9:30 horas. Ese día, los sacerdotes renuevan sus promesas sacerdotales. La tarde de ese día el Pontífice celebrará la Misa In Cena Domine en la cárcel de mujeres de Rebibbia en Roma.
El Viernes Santo tendrá la habitual doble cita con la celebración de la Pasión del Señor a las 17:00 horas en la Basílica de San Pedro y luego a las 21:15 horas el ritual del Vía Crucis entre las antorchas de los fieles y los arcos del Coliseo.
Luego, la tarde del 30 de marzo, Sábado Santo, a las 19:30 horas, la Vigilia presidida por el Papa Francisco y el domingo 31 de marzo, a las 10 horas la Misa Pascual y a las 12 horas desde la logia central de la Basílica de San Pedro la Bendición Urbi et Orbi.
Agencias.