La participación del narcotráfico en operaciones terroristas planificadas contra Venezuela constituye una pretensión de convertir el territorio venezolano en plataforma para el financiamiento del mercado de drogas ilícitas, cuyo mayor consumidor es Estados Unidos. Así lo advirtió el ministro para la defensa, G/J Vladimir Padrino López, durante su intervención en una mesa de discusión sobre la incursión frustrada del pasado 3 de mayo.
«El narcotráfico es un eslabón importante para ese poder financiero, y esto no es nuevo: hay que hacer memoria que el narcotráfico dio pasos importantes en la guerra de Vietnam cuando abrieron (Estados Unidos) una ruta del narcotráfico por el Pacífico llevando armas a través de la CIA (Agencia Central de Inteligencia) e iban regresando con opio para el consumo de su población y de sus mismos soldados que hasta 65% cayó bajo efectos de la droga en ese conflicto», enfatizó haciendo una similitud con las pruebas y testimonios de mercenarios que arrojaron el apoyo financiero y logístico del narcotráfico en la operación golpista y criminal contra Venezuela denominada Gedeón.
A su juicio, en Venezuela se quiere abrir un «frente del narcotráfico» con el apoyo de un sector minoritario de políticos de derecha en conjunto con mercenarios y, el pleno empuje de la administración estadounidense.
«Las connotaciones geopolíticas también están sobre la mesa, el despliegue de Estados Unidos, el despliegue naval con aquella rimbombancia para conducir operaciones antinarcóticos en el mar Caribe (…) no sirvió sino para hacer una cortina de humo porque todos los buques se fueron al Pacífico, donde realmente está el tráfico de drogas en 85% por vía marítima y el resto por vía aérea», puntualizó Padrino López, refiriéndose a los despliegues navales en el mar Caribe, cerca de costas venezolanas, que ha hecho Estados Unidos como parte de una supuesto despliegue antidrogas.
Fue un narcotraficante, jefe de carteles de droga en La Guajira, Elkin López, alias «Doble Rueda», quien recibió en su finca a los grupos mercenarios y brindó toda la logística. La misma hacienda estaba a metros de una instalación o sede de la oficina antidroga de EE.UU., DEA, según reveló uno de los implicados como coordinador general del plan, Antonio Sequea.