Científicos de la Universidad Tecnológica de Nanyang, de Singapur, revelaron un estudio que indica que la Oxitocina podría hacer que sigas a más personas en Instagram.
Igualmente, este estudio que acaba de publicar en Heliyon señala esta propiedad de la conocida como hormona del amor (Oxitocina) en el desarrollo y desenvolvimiento de las relaciones sociales.
Según algunos portales la Oxitocina se define como una hormona que se secreta bajo una gran variedad de diferentes situaciones. «Se le llama la hormona del amor, pues es una de sus funciones más conocidas, pero también media en procesos relacionados con la reproducción, como el orgasmo, el parto o la lactancia«.
¿Qué ocurre?
Diversos estudios científicos han demostrado que las redes sociales provocan cambios en los neurotransmisores como la oxitocina, la adrenalina, la dopamina, la serotonina, la testosterona y el cortisol. De esta manera se activan los centros de recompensa y se incrementa la sensación de felicidad.
En efecto, se registran mayores niveles de Oxitocina cuando se realizan compras y con lo relacionado con familia y la pareja. A diferencia que la adrenalina se libera puntualmente en el uso de redes sociales estaría vinculada con la agresividad; y por su parte, la dopamina se libera cuando se recibe un like o me gusta o cuando aumenta de seguidores.
Pero… ¿Qué tiene que ver Instagram?
Según reseña el portal hipertextual: Para el estudio que se acaba de publicar se contó con 57 estudiantes de la propia Universidad Tecnológica de Nanyang, todos ellos con edades comprendidas entre los 18 y los 25 años.
Se tomaron muestras de su ADN y paralelamente se les realizó una encuesta sobre ansiedad y evitación en las relaciones cercanas con sus parejas. Pero eso no fue todo. También se analizaron sus perfiles en Instagram, desde las publicaciones hasta los seguidores y los perfiles seguidos.
Así, comprobaron que aquellos participantes que tenían una variante concreta del OXTR tendían a seguir a más personas en Instagram, independientemente de sus relaciones íntimas. Por lo tanto, en este caso no parecía haber interacciones significativas entre genes asociados a la oxitocina y entorno, pero sí con las redes sociales.
Con información de Hipertextual.