Otro logro de Jair Bolsonaro en su gestión presidencial, es llevar a los brasileños a una recesión económica. Brasil entró en esta situación, al registrar un retroceso y llegar a 0,1% en el tercer trimestre de 2021, el segundo con resultado negativo. Este impacto se debe a la baja en la actividad agropecuaria, así informó el Instituto Oficial de Estadísticas (IBGE).
En el segundo trimestre, el PIB llegó a -0.4% sobre los tres meses previos; la economía brasileña frenó en ese periodo la recuperación iniciada en el tercer trimestre de 2020.
Fábio Astrauskas, economista y socio director de la consultora «Siegen», afirmó que el dato del tercer trimestre «no tuvo sorpresas y refuerza la tendencia de desaceleración de la economía desde mediados de junio».
«Los factores que dan este resultado permanecen en escenario, como la alta inflación y la subida de tasas de interés, junto al alto nivel de desempleo». La inflación acumuló 10.67% en 12 meses a octubre y 8,24% en lo que va del año, igualmente, el desempleo continuó alto en 12.6% en el período julio-septiembre.
El resultado económico del tercer trimestre tuvo el impacto de la subida del dólar y del incierto panorama fiscal vinculado a la Propuesta de Enmienda Constitucional. La expectativa del consenso del mercado es de una expansión del 4.78% este año, indicó Astrauskas.
Afectados
El sector de electricidad, gas y agua, retrocedió 4,6%, con el incremento de las tarifas eléctricas. Los costos de energía también incidieron en el desempeño de las industrias manufactureras, que cayeron un 0,7%.
El sector industrial en general fue afectado por los descensos en la fabricación de productos alimenticios, muebles, bebidas, material eléctrico y equipos informáticos.