Los peores tiempos del coronavirus volvieron a Europa. Las autoridades sanitarias del viejo continente confirmaron que en la última semana murieron unas 29 mil personas a causa de la pandemia.
Los efectos de la segunda ola de contagios han vuelta a colocar a Europa como el epicentro de la enfermedad junto con los EE.UU., país en donde las jornadas de contagio ya superan los 100 mil casos desde el pasado 4 de noviembre.
Sobre este escenario, el representante de la Organización Mundial de la Salud para el viejo continente, Hans Kluge, aseguró que los sistemas sanitarios de varios países de la zona ya están a punto de ser desbordados.
Al mismo tiempo Kluge anunció que ya se vislumbra una “luz al final del túnel”, pero esto equivale a más o menos 6 meses, los cuales “serán difíciles”.
Este cálculo viene dado por los últimos anuncios de los desarrolladores de las vacunas contra el covid-19. Pfizer, Moderna y Sputnik-V han revelado que sus antídotos han presentado más de 90% de efectividad cada uno.
Si bien esto es una noticia alentadora, desde la OMS han sido claros en advertir que las vacunas no serían un remedio suficiente para terminar con la pandemia.
Hans Kluge dijo sobre las vacunas que “no son una solución milagrosa porque sabemos que el suministro será limitado, especialmente al principio”.
Confinamientos son evitables
El directivo de la OMS también se pronunció sobre otras medidas que ya no son “un remedio efectivo”. Se refirió a los confinamientos aplicados en Europa, los cuales calificó como “una medida de último recurso”.
Igual opinó sobre el uso de mascarillas, la cual dijo que por sí sola no es “la panacea”, sin embargo agregó que “si el uso de mascarilla alcanza el 95%, los cierres no serán necesarios”.
Pero hay que mencionar que en Europa, a pesar de los más de 29 mil fallecidos por el covid-19 durante la última semana, no son pocos los que se oponen al tapabocas y los que creen que la pandemia es una excusa de control social de gobiernos con “tentación autoritaria”.