El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, acaba de «descubrir» el agua tibia y aseguró que el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu «daña más de lo que ayuda a Israel». Esta sentencia la realizó este sábado ante la prensa y añadió que está perjudicando a su gente al no evitar más muertes de personas civiles por el genocidio que ocurre en la Franja de Gaza.
Las declaraciones de Biden, quien también financió el conflicto armado en Ucrania con Rusia, se dieron en una entrevista con la cadena MSNBC, donde el mandatario estadounidense advirtió que, aunque Israel tiene derecho a defenderse y a continuar su persecución contra Hamás -grupo calificado como terrorista por la Unión Europea-, Netanyahu «debe prestar más atención a las vidas inocentes que se pierden como consecuencia de las acciones tomadas».
Por ende, el mandatario estadounidense recalcó que Netanyahu «está perjudicando a Israel más» de lo que está ayudando a su país «por hacer cosas que son contrarias a lo que Israel representa».
La administración de Biden, quien también está involucrada en los distintos intentos de desestabilización en Venezuela y otros países, señaló que existe «una línea roja» sobre los ataques que se podrían presentar contra la ciudad de Rafah. Allí más de 1,3 millones de personas palestinas permanecen refugiadas tras los bombardeos. «No puede haber 30 mil palestinos más muertos», afirmó Biden.
Según esta entrevista, quien acaba de ratificar las medidas coercitivas contra Venezuela y además impuso nuevas sanciones contra Rusia, declaró que quiere un cese al fuego y comenzar con un intercambio de prisioneros. Su esperanza, añadió, era lograrlo este domingo antes del comienzo del Ramadán.
Otra vez
Luego de estas declaraciones de Biden, que en redes ya las calificaron de hipócritas, pues es un discurso incoherente con las acciones que los EE.UU. y Netanyahu aplican al pueblo palestino, desde hace décadas y en especial desde octubre del año pasado, la opinión pública comenzó a resaltar que se pudiera tratar no de un cambio de conciencia ni de corazón de Biden, si no otro de sus reiterados episodios de desorientación y senilidad.