Caracas y Washington se sentaron nuevamente a dialogar la semana pasada con la intención de fortalecer la confianza y mejorar sus relaciones, esto ya generó revuelo en la opinión pública y escaló a otras esferas donde se tomaron decisiones que ya comienzan a arderle a algunos voceros políticos que insisten en pedir sanciones contra el país.
«La Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) ha emitido la Licencia General 40C actualizada de Venezuela, que autoriza ciertas transacciones relacionadas con la exportación o reexportación de gas licuado de petróleo a Venezuela«, señaló la entidad en un comunicado publicado este lunes que evidencia que el diálogo da resultado positivo para la nación.
La bandera del diálogo la ondearon representantes del gobierno de Nicolás Maduro (Jorge Rodríguez y Héctor Rodríguez) quienes retomaron conversaciones con Washington de manera remota, en la que dejaron claro que mantienen sus exigencias con respecto al levantamiento total de las sanciones a la economía venezolana y el cumplimiento de los Acuerdos de Qatar.
The US OFAC just authorized a renewal of the GL-40C permitting transactions of LGP with Venezuela after a recent announcement by Caracas of recent renewed negotiations with Washington. Maybe we could expect more renewal of licenses just less than 3 weeks ahead of presidential… pic.twitter.com/2B936Hcqrc
— Orinoco Research (@OrinocoResearch) July 8, 2024
La nueva licencia reemplaza a una anterior emitida en julio del 2023 y estará vigente hasta el 8 de julio de 2025. La OFAC aclaró que no se permite efectuar pagos en petróleo o productos derivados o cualquier otra transacción prohibida por el Reglamento de Sanciones de Venezuela.
Asimismo, señaló que la nueva licencia no exime a las personas del cumplimiento de los requisitos de otras agencias federales, incluida la Oficina de Industria y Seguridad del Departamento de Comercio.
En abril, EE.UU. restableció algunas sanciones relacionadas con el sector petrolero y gasista venezolano debido a las preocupaciones de Washington respecto a las elecciones presidenciales de 2024 en el país caribeño.