Las opiniones de varios políticos opositores al gobierno de Nicolás Maduro, concluyen que Juan Guaidó y su casi inexistente visión política, se quedaron sin rumbo. Insisten en las continuas equivocaciones que pudieron llevar al exdiputado de La Guaira al fracaso y el abismo político. En este sentido, el político y escritor venezolano, Enrique Ochoa Antich manifestó en su más reciente artículo de opinión que Guaidó se quedó sin apoyo.
En el escrito, insiste en que si Guaidó tuviera coraje «debería admitir como única estrategia plausible el regreso a la ruta democrática: al voto, al diálogo, a la paz, a la Constitución, y a la soberanía de la patria. Y entregaría a otro la vocería que aún detenta, ilegítimamente». Esto por la negativa de un sector de la derecha venezolana, de negarse a medirse en elecciones, y que muy por el contrario acude a la tutela extranjera, a la guerra mediática y otros mecanismos antidemocráticos para de cualquier modo asfixiar a la ciudadanía y por ende, al gobierno.
Presidente de nada
Ante la pantomima montada por Guaidó y un grupo que se ha ido desintegrando poco a poco; y pese a la gran ayuda de la mediática internacional y de su tutor principal, el gobierno de EE.UU.; Ochoa Antich asegura que se le ve en «un camino de ronda, solitario y ya vencido, se ve al diputado presidente de nada, polvoriento y asustado».
Desde diciembre pasado, la Unión Europea (UE), comunidad que había reconocido a Guaidó como «presidente interino de Venezuela», cambió de opinión al no considerarle más así cuando notó que el verdadero gobierno siempre fue el de Maduro.
«Los 27 cancilleres de la Unión Europea le hacen una trompetilla a su propio Parlamento y confirman el demérito: ya el diputado no es Presidente encargado en plaza pública ni en institución alguna: Asamblea Nacional saliente llaman a ese club de amigos que de tanto en vez se miran las caras para simular la pantomima de ser lo que ya no son», alude el político venezolano en su artículo.
Se diluye
«Al diputado de mentirijillas lo zarandean en su propio patio: su dizque canciller le pide cuentas acerca de los millardos de millones de dólares que mal usó ese gobiernito de ficción… como si el dizque canciller no hubiese sido parte de él, dicho sea de paso», escribió Ochoa Antich sobre el canciller de fantasía, Julio Borges, quien pese a estar inmiscuido en los actos de corrupción, petición de bloqueos y medidas coercitivas, pidió investigar los hechos delictivos que se han denunciado en diversas empresas e instituciones manejadas ilegalmente por las autoridades de facto nombradas por el exdiputado Guaidó y que han generado cuantiosas pérdidas a la nación venezolana.
«Así que afantasmado, como un ectoplasma que va diluyéndose en el aire; va por la vida el exdiputado a la búsqueda de otra quimera con qué engañar a incautos: como la autojuramentación y el mantra. Como el «Sí o sí». Como la Operación Libertad, como la trucada «toma» de la base aérea de La Carlota. Como la invasión que no fue y la fulana «responsabilidad de proteger». Como la «consulta»; en fin… de espejismo en espejismo… pero caminando en círculo por el desierto. Cada vez con menos audiencia. Y es que se puede engañar a todo el mundo algún tiempo. Se puede engañar a algunos todo el tiempo. Pero no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo, según la afamada sentencia de Lincoln»; concluyó el articulista.
