Un informe reciente reveló que los niveles de dioxinas en el suelo de East Palestine, Ohio, Estados Unidos, son cientos de veces superiores al umbral de exposición por encima del cual existe riesgo de cáncer.
Los datos provienen de un informe elaborado por Pace Analytical Services, que examinó el terreno tras el descarrilamiento de un tren tóxico el mes pasado. Aunque la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) calificó los resultados como «buenos», los expertos independientes advierten de los peligros de la situación.
A pesar de que la EPA afirma que las cantidades de dioxinas encontradas en la ciudad están por debajo del umbral, estos expertos químicos han analizado los datos y revelaron que son «muy preocupantes».
El informe sugiere que la quema controlada de cloruro de vinilo la semana posterior al accidente creó dioxinas que se dispersaron por toda la ciudad. La EPA finalmente ordenó el estudio después de semanas de resistencia a examinar el terreno para ver si encontraban las temidas dioxinas.
De hecho, En diversas oportunidades, habitantes de la región manifestaron síntomas extraños que no habían advertido antes del descarrilamiento del tren.
Recientemente, los medios publicaron el testimonio de Wade Lovett, un limpiador de autos. Aseguró que ahora su voz suena como si hubiese inhalado helio. «Mi voz suena como la de Mickey Mouse«, expresó. «Es difícil respirar, especialmente en la noche. Mi pecho me duele tanto por las noches que siento como si me ahogo«, reiteró.
¿Qué son las dioxinas?
Las dioxinas son un grupo de compuestos químicos altamente tóxicos que se generan como subproductos no deseados de ciertos procesos industriales, como la fabricación de cloro y otros productos químicos. También pueden formarse de manera natural en procesos como la combustión de materia orgánica.
Son peligrosas debido a su capacidad para persistir en el medio ambiente durante décadas. Incluso pueden causar problemas de salud graves, como cáncer, trastornos hormonales, inmunológicos y reproductivos.
Las consecuencias tóxicas del accidente ferroviario en Ohio han provocado un intenso debate en Estados Unidos. La población local y activistas acusan al Gobierno y al operador Norfolk Southern de poner en peligro la salud e intentar tapar la realidad.