El dirigente político, Nicmer Evans, asegura que mantendrá una lucha por la libertad y la democracia en Venezuela. Hasta ahí nada de qué sorprenderse. El asunto se complica cuando revela quiénes serán sus aliados en esa bonita cruzada: nada más y nada menos que un delincuente de talla internacional como el señor, Juan Guaidó.
Evans en algún momento fue un cuadro destacado de la juventud chavista. Ahora juega cuerpo a cuerpo con un sujeto, que condensa en una sola persona todas las faltas graves de la política: corrupto, ignorante de la historia, entreguista de la soberanía y servil al imperialismo norteamericano.
Padrinos de lujo
Con un padrino así. Quién se puede proponer la loable tarea de luchar por la consolidación de la democracia. Sobre todo cuando Guaidó y su tutor Leopoldo López, han planificado atrocidades como un plan de magnicidio y el esperpento de la operación Gedeón. Si así es la democracia, cómo será la dictadura.
Las diferencias de Evans con el chavismo, específicamente con el PSUV son de vieja data. Todo surgió porque este seudo dirigente ávido de poder político, nunca obtuvo la tarjeta del partido de gobierno para lanzarse ni como diputado, ni como aspirante a la alcaldía de Caracas.
A pesar de su apoyo manifiesto a la ultraderecha, Evans tampoco ha sido bien visto en el seno de las mafias opositoras. Quizás, por aquello de que si traicionó a su propia gente podría hacerlo con cualquiera. Así que se vio forzado a montar tienda aparte con la gente de Marea Socialista, de quienes también se separó en el año 2017, para crear el Movimiento por la Democracia y la Inclusión.
Recientemente, Evans salió del anonimato político donde se encontraba. Esto tras publicar un tuit insidioso con respecto al estado de salud del constituyente y dirigente de la juventud pesuvista, Fidel Madroñero, quien confirmó estar infectado con el virus de la covid-19.
Larga vida, para que la justicia del hombre llegue antes que la divina…
(+Video) ¡Última hora! Constituyentista Fidel Madroñero también dio positivo para COVID-19
¿Detalles? Dale click ??https://t.co/3nBHkPUkkf
— Nicmer Evans (@NicmerEvans) July 12, 2020
Instigando el odio
A Evans se le investiga por el delito de instigación al odio. Y ciertamente, en medio de una pandemia mundial que exige, como nunca antes, un elevado sentido de humanidad, lo menos pertinente -como suele pasar en redes sociales- es que se dé rienda suelta a las más bajas pasiones.
Aunque sostiene que fue chavista, es obvio que no aprendió nada del sentido de solidaridad que profesaba nuestro Comandante Eterno, Hugo Chávez. Y que define a toda la militancia revolucionaria: el ser humano debe ser el centro de todas las políticas y disciplinas.
“Sigo manteniendo mi posición de apoyo al presidente encargado, Juan Guaidó. Yo fui chavista, pero nunca lo fui para esto. (…). Hubo un engaño, hubo un fraude”, expresó Evans.
Ya sabemos dónde está el fraude. Alguien que es capaz de retratarse con Guaidó y tomar a sorna una situación donde esté en juego la salud de cualquier persona, definitivamente puede ser de todo, menos chavista de acción y corazón.