Este sábado millones en el mundo han presenciado un nuevo capítulo de la batalla en redes entre Donald Trump contra Bolton su exasesor de seguridad.
Un juez federal ha negado una solicitud de la administración Trump para bloquear la publicación del libro de Bolton.
Al respecto, Royce Lamberth escribió en una orden emitida el sábado que «si bien la conducta unilateral de Bolton plantea serias preocupaciones de seguridad nacional, el gobierno no ha establecido que una medida cautelar sea un remedio apropiado».
El juez cuestionó las acciones de Bolton al impulsar la publicación del libro sin recibir una notificación oficial por escrito, concluyendo que su manuscrito no tenía información confidencial o clasificada.
Sin embargo, el magistrado también dijo que era demasiado tarde para emitir una orden de restricción que suspendería temporalmente la liberación, dado que las copias anticipadas ya están en manos de los periodistas y el contenido del libro ha sido ampliamente divulgado.
Amenazas de muerte ante las verdades reveladas
Con el paso de los días y ante la inminente salida al mercado del libro titulado: «The Room where it happened: a White House memoir» (La habitación donde sucedió: una memoria de la Casa Blanca); crece la tensión y se eleva el tono de las amenazas.
Según expertos, Trump contra Bolton contradice lo establecido en la Primera Enmienda de la Constitución, que garantiza la libertad de expresión.
En consecuencia, en un ataque de rabia y que muestra la frustración de Trump ante lo que ha calificado como un «ataque traicionero» por parte de Bolton.
El mandatario norteamericano tuiteó «La gran Corte ganó contra Bolton. Obviamente, con el libro ya entregado y filtrado a muchas personas y a los medios de comunicación, se hizo lo que un juez altamente respetado podría haber hecho para detenerlo… PERO se hicieron declaraciones y fallos fuertes acerca de dinero…».
En otro trino agregó: «Bolton violó la ley y ha sido reprendido por hacerlo, con un precio realmente alto a pagar. A él le gusta lanzar bombas sobre la gente y matarlos, ¡Ahora le caerán bombas a él!
….Bolton broke the law and has been called out and rebuked for so doing, with a really big price to pay. He likes dropping bombs on people, and killing them. Now he will have bombs dropped on him!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) June 20, 2020
El libro de Bolton que, según un comunicado de la casa editorial Simon & Schuster, encargada de su publicación, muestra a un presidente «adicto al caos, que abrazó a nuestros enemigos y rechazó a nuestros amigos, y que sospechaba profundamente de su Gobierno», ha encendido las redes.
En el país de la libertad de expresión se demandó la publicación de un libro
El Gobierno de Donald Trump interpuso este miércoles una orden de emergencia con la que busca que la justicia bloquee la publicación del libro de su exasesor aunque los detalles ya han salido a la luz en las últimas horas.
Al respecto, el Departamento de Justicia de Estados Unidos solicitó al juez encargado del caso, Royce C. Lamberth, que la medida que reclama también impida que la editorial, Simon & Schuster, y las librerías lo distribuyan.
El Gobierno estadounidense alegó que el libro contiene información clasificada, por lo que la orden de emergencia es un paso más en este contencioso.
Por su parte, el abogado de Bolton, Charles Cooper, ha argumentado que el libro no contiene ningún material confidencial y que su cliente ha trabajado con el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca durante meses para permitirles revisar el contenido.
Capítulo sobre Venezuela: Guaidó el «niño» frente al «duro» de Maduro
De acuerdo a Bolton, Trump quiso retirar su apoyo al líder opositor venezolano Juan Guaidó solo 30 horas después de reconocerle en enero de 2019 como presidente interino de Venezuela por considerar que proyectaba una imagen de «niño» frente al «duro» del mandatario, Nicolás Maduro.
El diario Washington Post, que accedió al libro, explica que «aunque Trump aprobó una propuesta de Bolton para declarar públicamente que EE.UU. reconocía a Guaidó en lugar de Maduro; en 30 horas Trump ya estaba preocupado de que Guaidó pareciera débil, un ‘niño’ en comparación con el ‘duro’ de Maduro y consideró cambiar de rumbo».
