El presidente «Kiko» de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que no colaborará en la iniciativa internacional para desarrollar y distribuir una vacuna contra el coronavirus. El republicano basó su decisión en la desconfianza infundada que le tiene a la Organización Mundial de la Salud (OMS); aunque parece más un gesto de egoísmo.
Más de 150 países crearon el Centro de Acceso Global a Vacunas contra el covid-19, o COVAX, una iniciativa vinculada a la OMS que permitirá aprovechar un conjunto de posibles vacunas para garantizar que sus ciudadanos tengan una cobertura veloz con las que sean consideradas efectivas.
De hecho, la organización multilateral dijo que incluso los gobiernos que están haciendo tratos con fabricantes particulares podrían beneficiarse de su integración en el COVAX; porque podría suministrarles vacunas de respaldo en caso de que resulten ineficaces las que negocien de manera bilateral con los fabricantes.
Esto hará el «Kiko» de la Casa Blanca
En América Latina llamamos «Kiko» a aquellos sujetos caprichosos, desde niños acostumbrados a tener todo lo que quieren, en alusión al personaje de la serie «El chavo del ocho». Parece que este es el mejor calificativo para describir al presidente estadounidense; cuando una vez más se encapricha por obtener el premio de la vacuna contra el covid-19, pero eso sí, solo, sin alianzas con organismos multilaterales.
En este sentido, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Judd Deere, en un comunicado que «Estados Unidos continuará involucrando a nuestros socios internacionales para asegurar que derrotamos este virus, pero no nos veremos limitados por organizaciones multilaterales influenciadas por la corrupta Organización Mundial de la Salud y China».
Asimismo mencionó que Trump; no escatimará gastos para garantizar que «cualquier vacuna nueva mantenga el estándar de oro de nuestra propia FDA en cuanto a seguridad y eficacia, se pruebe a fondo y salve vidas».
Además de subrayar la desconfianza infundada de Trump hacia las alianzas globales y, en particular, su crítica a la OMS, por supuesta tesis conspiranoica con China; la decisión marca una apuesta notable por la Operación Warp Speed (Operación Máxima Velocidad); con el fin de acelerar el desarrollo de medicamentos, vacunas y otras medidas para combatir la pandemia que ha causado estragos en el país nortemericano. Así es como EE.UU. compite con la OMS y el mundo, en su afán de siempre lograr el protagonismo mundial.
Según reporte, dos vacunas de covid-19 están en ensayos de fase 3 en EE.UU., las fabricadas por Moderna y Pfizer / BioNTech, y se espera que 2 más comiencen los ensayos de fase 3, a mediados de septiembre.
Trump vs. OMS
Trump, que durante mucho tiempo ha evitado las alianzas con instituciones globales, ha culpado cada vez más a otros, incluidos China y la OMS, de su propia garrafal administración durante la pandemia.
En julio, el régimen estadounidense notificó al Congreso y a las Naciones Unidas que Estados Unidos se retiraba formalmente de la OMS, lo que generó fuertes críticas de actores políticos y sociales.
Estados Unidos continúa siendo el epicentro de la pandemia; con un acumulado de 6.289.914 de casos y más de 189 mil muertes según el conteo de Worldometers.
