México está dispuesto a ser sede de un eventual diálogo entre el presidente venezolano Nicolás Maduro y la oposición liderada por el exparlamentario Juan Guaidó. La afirmación se desprende de las más recientes declaraciones sobre el tema del Secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, ofrecidas en una conferencia matinal desde el Palacio Nacional.
«No sería la primera vez que México es sede. México ha sido sede de muy diversas conversaciones», dijo. El diplomático mexicano, asimismo, reiteró que la postura de su gobierno es la misma de 2019: que haya una negociación y se logren acuerdos, sin importar el espacio que acoja a los dialogantes.
Ebrard fue cauto al expresar que no podía confirmar los datos expresados por quien le consultó, porque podría «poner en peligro procesos que son muy complejos». «No tengo autorización ahorita para compartirles detalles sobre eso», sumó.
«Lo que sí te puedo decir es que la posición de México desde el encuentro aquel en Montevideo ya hace mucho tiempo, hablo del 2019, fue: hay que hacer una negociación entre ambas partes y tratar de buscar acuerdos. Esa ha sido la postura de México todo el tiempo», según reseña el diario La Jornada.
Finalmente, Ebrard apuntó que el Ejecutivo de Andrés Manuel López Obrador está «cerca de Noruega, tenemos muchas afinidades».
Diálogo en Venezuela
Hace 3 semanas, el presidente Nicolás Maduro especificó tres puntos inamovibles y conditio sine quanon para que un intercambio con sus opositores prospere. El primero de ellos es el levantamiento de todas las sanciones y medidas coercitivas unilaterales contra Venezuela por parte de las países imperiales de occidente.
Es una «agenda realista». «¿Qué quieren que plantee si nuestro pueblo está sufriendo por las medidas y sanciones pedidas por esa derecha que fue obligada por esa derecha que sentarse en la mesa de diálogo?», reflexionó.
El segundo punto es el reconocimiento de la Constitución de la República y de los 5 Poderes Públicos legítimos y constitucionales, agregó. El tercero es la «devolución inmediata de las cuentas bancarias con todo el dinero que ha sido secuestrado en Estados Unidos y en Europa; lo mismo que de los activos venezolanos como la empresas Citgo en Estados Unidos y Monómeros en Colombia. Es el regreso inmediato de todas las riquezas de Venezuela».
Aseguró que solo así no será un «diálogo de bobos», sino para plantear la «cruda verdad de Venezuela».
Cuarto punto
Este lunes 31 de mayo, el Jefe de Estado anunció un nuevo tópico. «No más secretismo» y que todas las reuniones que se den entre las partes, como parte de la mesa de diálogo nacional, sean públicas, con comunicados oficiales y con acceso total a la prensa.
«Ya nosotros no nos vamos a reunir más en secreto. Una cosa es una reunión preparatoria privada, pero si vamos a instalar y reunir la mesa tiene que ser en acto público; con cámaras, periodistas, transparencia informativa y fotos públicas», expresó el Jefe de Estado en una reunión con la dirección nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y líderes de la Juventud de la tolda.
Especificó que «algunos de ellos (opositores) se reúnen con nosotros en privado, como Freddy Guevara con Francisco Torrealba, por ejemplo. Y lo primero que piden es que todo sea en secreto. Ah, pero en la reunión Freddy Guevara pide ser canddiato a gobernador, dicen que quieren participar, que quieren reunirse conmigo, que están cansados de Guaidó (…) Pero no son capaces de dar la cara ante el país».
Por último, informó que esta agenda por él enunciada, con cada punto arriba definido, fue llevada ese mismo lunes a la delegación acompañante de Noruega por el presidente de la Asamblea Nacional (AN) y principal enviado del chavismo para el diálogo, Jorge Rodríguez. «Este diálogo debe plantear sobre la mesa con crudeza los temas nacionales», cerró.