Desde su canal de Telegram el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, declaró que EE.UU. se está convirtiendo indirectamente en un patrocinador del terrorismo internacional, ya que aseguró que las armas suministradas a Ucrania caen en manos criminales.
Estas declaraciones llegan luego que hace una semana, el presidente estadounidense, Joe Biden asegurara que seguirá enviando más armas a Ucrania, de hecho firmó un decreto por 400 millones de dólares para armas a Kiev, así y terminen en manos criminales. Entre otras cosas, incluye cuatro sistemas de misiles de artillería de alta movilidad Himars.
Este martes, Medvédev agregó que ya se está extendiendo este nuevo negocio armamentístico patrocinado por EE.UU. «Bajo el techo de la Administración y los servicios de Inteligencia estadounidenses».
Por su parte, Konstantín Gavrílov, jefe de la delegación rusa en las negociaciones en Viena sobre la seguridad militar y control de armas, afirmó que las armas que Occidente suministra a Kiev ya se venden en el mercado negro y se envían a Oriente Medio a manos criminales.
«Existe el peligro de que las armas ligeras —tales como Javelin, de defensa aérea y antitanque portátiles— se propaguen desde la zona del conflicto por todo el mundo. Ya se registran hechos de su venta en el mercado negro y del envío a Oriente Medio, a Idlib. Vimos las respectivas secuencias de video», agregó al canal ruso.
La respuesta de EE.UU. ha sido clara y para nada pacífica, la hicieron llegar a través de un alto funcionario de Defensa en rueda de prensa. «Que los rusos sepan que los ucranianos van a ser capaces de continuar la lucha porque si los piensan que pueden durar más que los ucranianos; tienen que repensarlo porque ya estamos pensando en qué equipamiento necesitarán los ucranianos en los meses y años venideros«.
Recordemos que este escenario es consecuencia de una operación militar especial que Rusia emprendió el pasado 24 de febrero; en respuesta a las solicitudes de asistencia de las Repúblicas de Donetsk y Lugansk para defenderse de los constantes ataques ucranianos.
