Maradona siempre con el pueblo. El Diego murió en Buenos Aires, y sin descansar demasiado en los terrenos de la inmortalidad se apareció en París. No lo hizo con el halo de un fantasma en una cancha de fútbol o en la mancha húmeda de un estadio pobre, sino en una pancarta rebelde en contra de Macron.
El mago de la gambeta se dejó ver en la protesta popular de los franceses el fin de semana para oponerse como uno más a la «Ley de Seguridad Global» que prohíbe grabar o retratar a la policía con fines de ‘dañarles’.
La pancarta con Maradona siempre se dejó ver en la escena en que la policía se enfrentaba con los manifestantes en alguna esquina de la capital francesa; protestando justamente para que la represión no sea un episodio invisible.
El vídeo se viralizó en las redes como la confirmación de la creencia de que el jugador es un santo popular de la pelota que acompaña las protestas contra los poderosos con esa altivez que tienen las siluetas gloriosas de los mártires revolucionarios.
La patética carta de Macron
La presencia de Maradona en París hay quien la cree que es la revancha del argentino contra la carta con la que Macron pretendió homenajearle; fosilizándolo como un santo de yeso para el fútbol que escogió mal a sus amigos.
Una carta con pretensiones poéticas que terminó patética; una metáfora en prosa de quién después de una bonita jugada, bota la pelota a las tribunas.
A pesar de esa carta, que en vez de cumplido se transformó en un reproche de mal gusto, el presidente argentino, a lo mejor llevado por una peligrosa candidez o una deliberada cortesía diplomática, celebró las palabras de su colega francés como un mensaje sensible que le llegó al corazón.
Maradona murió el pasado 25 de noviembre en la ciudad de Buenos Aires. La noticia impactó al mundo, que todavía lamenta su partida con la impresión de que ya sin él, el se fue el fútbol verdadero.