Con reflexiones sobre las consecuencias históricas que empañan la hermandad entre Venezuela y Colombia, 200 años después de la victoria en la Batalla de Carabobo, el presidente Nicolás Maduro declaró el inicio de la conmemoración por el bicentenario de la campaña emancipadora.
El mandatario abordó el tema durante una visita al Campo de Carabobo, para inaugurar obras y un monumento majestuoso; en la apertura de la emblemática celebración, en vísperas de los 200 años del 24 de junio de 1821.
«Fíjense lo que han hecho en Colombia, una oligarquía mafiosa y asesina ha tomado el control de la política, del Estado. Lo que han hecho es traer odio, xenofobia y división entre 2 pueblos hermanos, hijos de la espada de Bolívar», manifestó Maduro.
En tal sentido, aseguró que costará mucho curar las heridas y odios que se han sembrado contra Venezuela en Colombia; hasta lograr reunificar la Patria grande. «Nunca antes en 200 años de República estuvimos tan separados de Colombia», agregó.
De allí que destacó la importancia de consolidar el camino recorrido desde espacios como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), para establecer el liderazgo y esfuerzo necesarios, rumbo al rescate de la armonía entre los pueblos.
Invictos ayer, invencibles hoy
Luego de exponer la situación actual de Venezuela, en la continuación de la construcción histórica de la independencia, el presidente Nicolás Maduro rescató el lema de la celebración del bicentenario.
Por esta razón, dijo que, «luego de los embates, de los ataques, de las mentiras y las campañas mundiales; hemos llegado a Carabobo libres, invictos como ayer e invencibles para siempre«.
También llamó a rescatar la rebeldía innata que caracteriza a los pueblos del Sur, contra la injusticia, los imperios, la desigualdad y la manipulación, para reforzar la resistencia permanente ante todos los ataques.
Por otra parte, llamó a los líderes, lideresas y pueblo de Latinoamérica y el Caribe que nadie podrá construir la independencia por separado, sino que de acuerdo con el pregón del propio Libertador, hace 200 años.
Mencionó que los imperios del mundo piensan en geopolítica, desde la óptica de grandes extensiones de territorio y en las riquezas para ellos mismos. Pero los libertadores también piensan en geopolítica, añadió, sólo que sobre la base de la integración y la cooperación; tal como lo representan hoy en día el ALBA y la CELAC, por ejemplo.