El presidente de la República, Nicolás Maduro, aseguró este viernes que con su equipo está haciendo una agenda de temas medulares para abordar en un posible diálogo con el grupo opositor que encabeza Juan Guaidó. Esto, después de que el exparlamentario propusiera su llamado «acuerdo de salvación nacional», que pasa por sentarse en una misma mesa con el Ejecutivo bolivariano.
«Yo estoy haciendo la agenda de los puntos que vamos a llevar a ese diálogo. El primer punto de todos es que esa oposición extremista renuncie al camino del golpismo, del intervencionismo y de llamar a invasiones contra el país; y reconozca la Constitución y los poderes legítimos de Venezuela», expresó enfático el mandatario, en una jornada especial de atención a las víctimas del bloqueo imperial promovido por la oposición.
Reveló que el segundo punto de esa agenda es «que rindan cuentas de todos los recursos entregados por el Gobierno de Estados Unidos para conspirar y regresen todas las cuentas bancarias, las empresas Citgo y Monómeros a manos del Estado venezolanos. Es el rescate de todos los recursos».
«¿Quieren hablar? ¡Yo quiero hablar! Que vengan los que quieren venir», dijo en alusión a la Unión Europea y cualquier organismo, institución y gobierno que desee participar buenamente en una intermediación para la paz y la conciliación.
¿Por qué quieren hablar?
El Jefe de Estado venezolano interpreta el giro en el discurso de la facción opositora encabezada por Guaidó como el reconocimiento de una derrota. En otra alocución de esta misma semana dijo que este pedido de diálogo con el gobierno nacional se debe a que han quedado de costado, «por fuera y derrotados». «Desesperados por su aislamiento reconocen que tienen que hablar con las fuerzas mayoritarias de Venezuela».
Sin miramientos, Maduro ha dicho desde el principio que él es un hombre de diálogo y así lo ha demostrado a lo largo de la línea que marca el duro tiempo que le ha tocado como gobernante. No obstante, reconoce que sabe bien de qué actores se trata. «Es la ultraderecha extremista que congeló y robó dinero del país, que organizó invasiones a Venezuela el 23 de febrero de 2019; que organizó golpe de Estado el 30 de abril de 2019; que organizó una invasión mercenaria para matarnos, consta en los contratos firmados, el 3 de mayo en la llamada Operación Gedeón. La derecha extremista que pretendió de manera tragicómica asumir vía de facto el poder político con el apoyo de potencias imperialistas y no pudo ahora dice que quiere sentarse a hablar. ¡Estoy de acuerdo!».
Diálogo siempre ha habido
Asimismo, reiteró que en Venezuela el espacio de diálogo siempre ha estado abierto y no ha sido precisamente él quien lo ha abandonado. «El mundo entero sabe que aquí hay un diálogo permanente, no de ahora, desde siempre», recordó. Rememoró además un día emblemático que bien pudo significar un parteaguas si la oposición hubiera continuado en unidad por la senda de la democracia, pero no.
«Yo recuerdo el día que los invité en abril de 2014 al Palacio de Miraflores y estuvimos 8 horas en cadena nacional, por nombrar solo un evento. Recuerdo que después de los drones y el bombazo para matarme que ordenó Julio Borges volví a convocar a todos los factores de oposición».
Por último, el Presidente recalcó que la vía es la electoral. «¿Que quieren elecciones? ¡El 21 de noviembre hay elecciones. Que inscriban sus candidatos y vamos como en años anteriores a disputarnos con votos los cargos que haya que disputar».
Para ello, ratificó, fue elegido un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE), como resulta de «un buen acuerdo político, bien conversado y satisfactorio para todo el país».
