Luna-25: Rusia intenta hacer historia en el Ártico lunar

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Rusia lanzó la noche de este jueves el cohete portador Soyuz 2.1b, que despegó desde el cosmódromo Vostochni, en el Lejano Oriente de Rusia, para transportar el módulo de aterrizaje automático Luna-25 con destino al polo sur de la Luna.

Casi medio siglo después del lanzamiento de la sonda soviética Luna-24 en agosto de 1976, Rusia intenta hacer historia con su módulo Luna-25, pues espera que sea el primero en alcanzar los codiciados hielos lunares. 

Se pudo conocer que esta estación automática se encargará de comprobar la presencia de agua congelada que podría sustentar la vida en la superficie lunar. Además, ayudará a determinar si los polos lunares son lugares ideales para construir futuras bases habitables.

Con el lanzamiento de la sonda soviética, Moscú quiere volver a ser una superpotencia de la exploración espacial; y estar a la altura de EE.UU. y China, que mantienen un liderazgo.

A través de un comunicado la agencia espacial rusa, informó: “El cohete funcionó correctamente. La etapa superior se separó y ahora está poniendo la navegación automática en una trayectoria de vuelo hacia la Luna”.

Además, agregó que: “La sonda robótica Luna-25, por primera vez en la historia moderna de Rusia, se dirige al satélite natural de la Tierra.

Tiempo de llegada 

Según informó la corporación estatal Roscosmos, se prevé que Luna-25 tarde aproximadamente 5 días en llegar a la Luna y, una vez ahí, estará orbitando el satélite de 5 a 7 días antes de alunizar en una de las 3 áreas de aterrizaje cercanas al polo sur lunar.

Luego del lanzamiento el jefe de Roscosmos, Yuri Borisov, comunicó que el modulo realizará su alunizaje cerca del polo sur el 21 de agosto. “Espero que se produzca un aterrizaje suave de alta precisión en la Luna, señaló.

Zonas de alunizaje

Por otra parte, los científicos rusos explicaron cuáles son las 3 zonas de alunizaje; la principal se encuentra al norte del cráter Boguslavsky. Mientras que, las 2 de reserva están al suroeste del cráter Manzini y al suroeste del cráter Pentland. “Estos lugares tienen forma elíptica, con ejes que miden 15 por 30 kilómetros, lo que los hace ideales para que Luna-25 no se vuelque al momento de descender”, detallaron.

Cabe destacar que, si la misión tiene éxito, Rusia se convertirá en el primer país en hacer aterrizar una sonda robótica en el Ártico lunar. El módulo de aterrizaje, que pesa 1,8 toneladas, tendrá la tarea científica de estudiar la composición del suelo lunar, conocido como regolito; así como analizar los componentes de polvo y plasma de su exósfera durante un año.

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