La liberación absoluta por parte del Tribunal Supremo de Justicia de la República Federativa de Brasil, de los cargos contra el expresidente, Lula Da Silva; han generado una expectativa en relación a las venideras elecciones presidenciales pautadas para el año 2022 en ese país.
Durante una entrevista a través de un medio de comunicación internacional, Lula Da Silva, al ser consultado sobre la necesidad de que este opte a la presidencia del Brasil, para potenciar al país y a América Latina expresó:
«Necesariamente no tiene que ser Lula, yo tengo 75 años, me considero con buena salud, estoy bien físicamente; pero no tendría que ser obligatoriamente yo, podemos escoger a alguien que pueda representar los sectores progresistas. Pero si es necesario y tengo que ser candidato en 2022 para ganar las elecciones contra un fascista que se llama Bolsonaro; yo si seré candidato, pero es necesario que lo hablemos con las demás fuerzas políticas de izquierda, y del centro del país».
⚡ EXCLUSIVO | @LulaOficial habló en Minuto Uno con @Gatosylvestre:
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— C5N (@C5N) April 16, 2021
Da Silva además expresó que nunca imaginó al Brasil «con un Presidente de la República fascista, como el que tenemos hoy, un presidente que además es un genocida, porque es el mayor responsable por el caos de la pandemia causa en Brasil. Porque no cuido como tenía que cuidar y no compro las vacunas cuando tenía que haberlas comprado».
Además recordó que durante su mandato presidencial, tuvo el privilegio de gobernar con un bloque latinoamericano de grandes presidentes. Por lo que considera debe impulsarse de nuevo la Unasur.
«Cuando instalamos Unasur era posible soñar en un gran bloque de América del Sur para poder competir política y económicamente con los demás bloques; sobre todo con Europa y Estados Unidos».
Intereses de los Estados Unidos
El expresidente de Brasil Lula Da Silva, comentó además durante la entrevista, que las acusaciones contra su persona fueron manipuladas de acuerdo a los intereses del Gobierno de los Estados Unidos.
«Había intereses del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, intereses de las petroleras y de las grandes industrias de la ingeniería norteamericana, que querían destruir nuestra industria de petróleo y de gas».
«Tengo la conciencia tranquila, me han condenado por un hecho indeterminado (…) el juez mintió; los procuradores mintieron, la policía federal mintió porque había que alejar a Lula de la campaña electoral de 2018».
