Este 11 de noviembre, cuando se cumplió un año de la salida forzada de Evo Morales y Álvaro García Linera desde Chimoré, tras el golpe de Estado perpetrado por la derecha y la OEA, ambos líderes ya estaban de regreso a esa misma localidad del departamento de Cochabamba.
Juntos encabezaron una gran caravana popular desde Villazón, Potosí, en frontera con Argentina, el pasado 9 de noviembre. Tras recorrer 3 departamentos de la nación y más de mil 400 kilómetros Evo y su compañero de lucha llegaron a la misma ciudad que les vio partir entre lágrimas al exilio político forzoso. Un periplo de 3 días con todas las características de una festividad que simboliza el regreso del líder que nunca debió salir de la Patria.
La misma pista por la que tuvo que salir de su país para salvar la vida, luce así un año después. Eso si, varios medios que aquel entonces reseñaron los hechos, hoy guardan silencio. Ahí están los “invisibles” que vencieron con votos un golpe de Estado. pic.twitter.com/g8h26WVL6T
— Patricia Villegas Marin (@pvillegas_tlSUR) November 11, 2020
Evo ofreció un discurso a la multitud plena de diversidad que le aguardaba por horas. Recordó que el Golpe que le propinaron fue una estocada al modelo económico de nacionalización de los recursos estratégicos, puesto en marcha desde su llegada al poder en 2005.
Agregó que su decisión de partir para evitar más muerte fue la mejor y así lo demuestran los hechos. Reiteró que nunca antes una fuerza política derrocada había podido recobrar el poder en menos de un año y advirtió que no se puede ser revolucionario sin antes ser antiimperialista.
En ese sentido, responsabilizó al imperio del Golpe de noviembre pasado, con el objetivo de volver a robar las riquezas bolivianas. «No aceptan que un indio haya cambiado a Bolivia», expresó en alusión a los actores que le derrocaron. «No aceptan que hayamos refundado la Patria y que la hayamos puesto de primera en crecimiento económico durante 6 años», sumó. Llamó a entender que es necesario comprender que la lucha actual es ideológica, política, social y cultural.
Un año atrás salimos del aeropuerto de Chimoré y dijimos que volveríamos millones. Aquí estamos, millones hoy.
A nombre de las víctimas de las masacres, de los perseguidos y exiliados, a nombre de todos los que sufrieron, muchas gracias, hermanas y hermanos, por no abandonarnos. pic.twitter.com/352SDt1X0p— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) November 11, 2020
La tierra llama a la tierra
El exvicepresidente boliviano Álvaro García Linera también pronunció un emocionado y poético discurso desde Chimoré. «Evo tomó la decisión sabia que la historia de hoy esta demostrando que fue la correcta. Pudo haberse quedado pero cuánto muertos más hubiera habido, cuántas familias sin padres, madres ni hermanos (…) Evo dijo yo no voy a permitir que se maten a mis hermanos. Por eso Evo renuncia y Álvaro también renuncia».
Narró que se puso «como obligación cuidar la vida de Evo y aquí vengo a dejarles a Evo. El día que me fui levanté un pedazo de tierra y me lo guardé en una bandera. Y me acompañó esa tierra a México, Argentina y otra vez me ha vuelto a traer acá. Porque somos tierra, porque somos memoria y raíz. La tierra llama a la tierra. Esa tierra que llevamos de este aeropuerto nos protegió, nos cuidó. Era la tierra de todos ustedes, fue la tierra que permitió que nuestros hermanos Luis y David ganaran con el apoyo de los 9 departamentos y le dijéramos a los golpistas que somos mayoría, que somos la Patria, que somos el pueblo«.
«Nuestro hermano no será Presidente pero él es la voz de 11 millones de hermanos humildes trabajadores, obreros, campesinos, profesionales, jóvenes y mujeres (…) Tú eres la Patria, tú eres Bolivia, el pueblo indígena humilde, sacrificado. Estoy muy orgulloso de estar a tu lado, siempre estaré para ayudarte. Evo es también nuestra tierra, nuestra sangre, nuestra memoria, nuestra historia».
García Linera contó que hace un año «la maldad se apoderaba de nuestro país, gente maligna, destructora. Un año de infamia se apoderó de nuestra patria. Quemaron casas de dirigentes, quemaron la casa del presidente Evo. Mataron en Sacaba y en Senkata y una pandilla de ladrones se apoderó del Estado».
A su juicio: «toda la escoria de la historia se unió para atacar al Estado y al pueblo y destruir las conquistas sociales. Quemaron la Whipala, criticaron el color de piel del pueblo boliviano, querían matar a Evo, querían deshacerse de todo el pueblo, porque odian a Bolivia. Nunca la han querido, conspiraron un año con apoyo de Estados Unidos, de embajadas extranjeras, con el apoyo de empresarios».
En este sentido, advirtió que «ellos tienen en el alma venganza, odio, racismo y discriminación. Ellos no son Bolivia, son la basura de la historia que se fueron. Nuevamente el pueblo está en el poder». Por ende, «el pueblo no debe descuidarse ni dividirse porque los racistas van a querer volver. Frente a su odio y violencia, el trabajo, la igualdad, la dignidad que viene desde la tierra, desde la Pacha».
En Chimoré quedó sellado nuevamente el compromiso de perseverar en la lucha de más de una década ganada, por la dignidad y la soberanía.
Desde muy temprano miles de hermanas y hermanos van llegando a Chimoré desde todos los rincones del país con sus vestimentas, su música y su corazón emocionado. Aquí iniciamos la fiesta democrática porque derrotamos a la noche oscura solo con la esperanza. pic.twitter.com/yrv91loqPY
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) November 11, 2020