En medio de tensión e incertidumbre, los habitantes de la República de Guinea afrontan una nueva crisis política tras el golpe de Estado que derrocó al presidente de esa nación africana, Alpha Condé, quien gobernaba desde el año 2010.
Desde el pasado domingo, irrumpieron las fuerzas militares insurrectas, bajo la dirección del coronel Mamady Doumbouya. El argumento de los golpistas es la supuesta falta del mandatario a principios democráticos, mala gestión financiera y auge de la corrupción, entre otros señalamientos.
La junta militar, autodenominada Consejo Nacional para la Reagrupación y el Desarrollo (CNRD), declararon que mantenían detenido al presidente depuesto. También destituyeron a ministros y altos funcionarios estadales, mientras que las delegaciones diplomáticas alertaron a sus conciudadanos para que se mantengan en resguaardo.
De igual forma, decretaron la disolución de la Constitución de la República de Guinea, así como de todas las instancias del gobierno de Condé. Asimismo, informaron que se mantendrán cerradas las fronteras, al menos, durante una semana.
«Ya no confiaremos la política a un hombre. La confiaremos al pueblo. Venimos solo para eso; es el deber de un soldado salvar al país», fueron las palabras de Mamady Doumbouya, jefe del golpe de Estado.
Reacción internacional
Las primeras reacciones en el ámbito internacional se produjeron en el seno de la Organización de Naciones Unidas (ONU), cuyo secretario general, Antonio Guterres, quien se pronunció a través de su cuenta oficial en la red social Twitter, en torno a la acción que derrocó al gobernante de Guinea-Conakri, como se conoce también a la República de Guinea.
“Estoy siguiendo personalmente y muy estrechamente la situación en Guinea. Condeno con la mayor contundencia cualquier toma del poder por la fuerza de las armas y pido la inmediata liberación del presidente Alpha Condé”, manifestó Guterres.
I am personally following the situation in Guinea very closely. I strongly condemn any takeover of the government by force of the gun and call for the immediate release of President Alpha Conde.
— António Guterres (@antonioguterres) September 5, 2021
Las fuerzas militares que tomaron el poder ordenaron el cumplimiento de un toque de queda en todo el territorio guineano, desde las 8 de la noche del lunes. Mientras tanto, prometieron abrir un proceso de consulta, a fin de determinar «las principales líneas para la transición».
Con un panorama aún poco claro, el golpe de Estado recibió el apoyo de grupos sociales y políticos; luego de que se incrementara el rechazo ante la postulación del presidente Condé para un tercer mandato. Sin embargo, resaltan que Condé fue el primer presidente electo democráticamente, en 2010, después de décadas de regímenes autoritarios.
De igual forma, el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, a través de la cancillería, emitió un comunicado en el cual “hace votos por el restablecimiento del Orden Constitucional y la seguridad de todos sus ciudadanos (…) al tiempo que exige la preservación de la seguridad física y la puesta en libertad del Presidente Alpha Condé”.
#COMUNICADO | La República Bolivariana de Venezuela rechaza el Golpe de Estado perpetrado contra el Gobierno del Presidente Alpha Condé en la República de Guinea#6Sephttps://t.co/p8OHyEE9Kz
— Cancillería Venezuela ?? (@CancilleriaVE) September 6, 2021
El documento oficial expresa que el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, se solidariza con el pueblo de Guinea y hace votos por el restablecimiento del Orden Constitucional y la seguridad de todos sus ciudadanos.