Este jueves, los diarios amanecieron con el titular más inesperado para el Reino Unido, la jefa del gobierno británico, Liz Truss abandonó el barco y renunció; convirtiéndose en quien menos tiempo pasó al mando del Ejecutivo. Las elecciones se realizarán próximamente ya que tanto conservadores como laboristas están pidiendo comicios pronto.
«Dada la situación, no puedo cumplir con el mandato para el cual fui elegida por el Partido Conservador», declaró Liz Truss en las puertas de 10 Downing Street. Duró apenas 45 días en el cargo, un récord en la historia británica.
«Asumí con una visión de país de bajos impuestos y alto crecimiento que podía aprovechar las ventajas que nos daba el Brexit. Pero reconozco que dada la situación no puedo cumplir con este mandato por lo que he hablado con su Majestad el Rey para notificarle mi dimisión como líder del Partido Conservador”, dijo Truss.
Según explica la prensa internacional, esto sucede en medio de un clamor generalizado para convocar a elecciones anticipadas; de hecho el reemplazante de Truss será el tercer primer ministro en poco más de dos meses. Además, será el quinto en los últimos 6 años, si un comienza el conteo con la renuncia de Dave Cameron luego de perder el referendo por el Brexit en 2016.
Lejos de ser la «oportunidad» que mencionó en su mensaje Liz Truss, el Brexit fue un boomerang a la que la primera ministro le agregó su propia poción venenosa: una agenda ultra neoliberal, la «Trusseconomics».