Este lunes, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) reincidió en su pretensión abstencionista de cara a las elecciones parlamentarias del 6D.
En efecto, a través de un comunicado reiteró que dichas votaciones «agravarán la crisis que vive el país». Cabe mencionar que los comicios legislativos se realizan porque así lo ordena la constitución del país; más allá de sus resultados, es algo que debe cumplirse.
«Ratificamos lo que anteriormente señaláramos; al decir que el evento electoral convocado para el próximo 6 de diciembre lejos de contribuir a la solución democrática de la situación política que hoy vivimos tiende a agravarla», reza un comunicado de la CEV.
Aliada del guaidocismo
A este punto, es más que evidente la alianza entre los líderes de la iglesia católica venezolana y los sectores extremistas vinculados al opositor Juan Guaidó.
Para no dejar duda de que responden a los mismos intereses, en el escrito publicado, la CEV considera «necesarias e importantes« iniciativas como la «consulta popular» promovida por Guaidó.
La «consulta», que se celebrará del 5 al 12 de diciembre, preguntará a los ciudadanos si rechazan «el evento del 6 de diciembre organizado por el régimen de Nicolás Maduro y solicita a la comunidad internacional su desconocimiento«, explica el comunicado.
No obstante, los representantes de Dios según los católicos, creen necesario «activar la cooperación, acompañamiento y asistencia que permitan rescatar nuestra democracia, atender la crisis humanitaria y proteger al pueblo de los crímenes de lesa humanidad».
¿Solución justa y pacífica?
En ese sentido, en su comunicado, la CEV dice que «el pueblo tiene pleno derecho a expresarse por los legítimos canales garantizados por la Constitución«.
Sin embargo, la figura de la supuesta «consulta popular» promovida por los partidos del G4, no aparece en la Constitución. Dicha convocatoria está totalmente al margen de la legalidad de la nación bolivariana.
Por otro lado, las elecciones parlamentarias sí forman parte de los procesos de sufragio que establece y blinda la carta magna venezolana. Aún así, la cúpula católica apoya y publicita la que está fuera de la leyes de la nación bolivariana.