La invasión en Libia fue una intervención militar encabezada por mercenarios extranjeros y fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en contra el legítimo mandatario Muammar Al Gadafi, quien en 1969 tomó el poder y estableció un gobierno conocido como Yamahiriyya (Estado de las Masas).
El conflicto se extendió entre febrero y octubre de 2011 y terminó con el asesinato del líder libio y la victoria de los rebeldes. El 19 de marzo de 2011, ocurrió el ataque de los cazas Rafale de la fuerza aérea francesa que asesinó a un número indeterminado de inocentes.
¿Por qué la intervención?
La resolución 1973 sirvió de base jurídica para las operaciones militares contra Libia, las cuales fueron presentadas al mundo como necesarias para “proteger” a la población civil supuestamente “víctima de la represión del coronel Gadafi”.
Si bien, la excusa era la protección de la población civil, el encargado de aplicar la resolución 1973 sería la ONU, pero las operaciones militares fueron coordinadas por el US AfriCom y la OTAN.
Si el objetivo era proteger a la población, hubiera bastado con instaurar un embargo de los mercenarios y el armamento destinado a la revolución de Gadafi. En vez de ello, el embargo se extendió a los sublevados para prevenir su posible victoria. El verdadero objetivo era detener la revolución.
Paradójicamente a la protección de la población civil, la zona de exclusión no se limitó a los territorios sublevados (como se hizo en Irak con el Kurdistán), sino que la prohibición de vuelo se extendió a todo el país. Así, la coalición trabajó en mantener la correlación de fuerzas en tierra y dividir el país en 4 partes: las 3 zonas sublevadas y la zona leal. Esta división de facto de Libia pudo compararse con la de Sudán y la de Costa de Marfil, primeras etapas del «rediseño de África».
Además, no se ordenó el congelamiento de los bienes personales de la familia Gadafi y de los dignatarios del régimen para impedirles violar el embargo sobre el armamento, sino que ese congelamiento se extendió también a los bienes del Estado libio, que disponía de un tesoro considerable petrolero, parte del cual estaba invertido en el Banco del Sur, que estaba financiando proyectos en países del Sur.
En ese momento, el comandante Chávez señaló que el congelamiento de bienes no protegería a los civiles sino que su objetivo era restablecer el monopolio del Banco Mundial y del FMI.
El objetivo fundamental de la Operación desarrollada contra Libia respondió en realidad a objetivos imperialistas clásicos. Tomar posesión de sus reservas petroleras y privatizar la industria del crudo del país, transfiriendo el control y propiedad de su riqueza petrolera a manos extranjeras. Este plan lo ejecutaron con la excusa de establecer la democracia.
El 80% de las reservas de petróleo de Libia se encuentran en la cuenca del Golfo Oriental de Sirte, donde fuerzas extranjeras les proporcionaban apoyo secreto a los rebeldes.
Antes de Gadafi
Libia era un país sumido en el atraso en materia de educación, salud, vivienda, seguridad social, entre otros.
Hacia 1963 comenzaron las excavaciones de petróleo y gas, sin embargo, la riqueza proveniente del petróleo no se tradujo en beneficios para el pueblo.
De acuerdo al artículo «Libia según la ONU y la dura realidad» de Thierry Meyssan, en la nación africana no habían escuelas y los graduados universitarios apenas eran 16. Habían apenas 2 abogados y ni un solo médico, ingeniero, topógrafo o farmacéutico de origen libio en el reino. Sólo 250.000 habitantes de los 4 millones totales sabían leer y escribir.
Logros
Durante los más de 40 años de mandato de Muamar Gadafi, Libia mostró un significativo avance en materia social, política y económica. Gadafi unificó a Libia e impulsó el desarrollo social y económico de la nación africana. Una revolución que tenía como logro poder exhibir orgullosa la esperanza de vida más alta de África (74 años), el PIB nominal más alto de ese continente, el primer puesto en el índice de Desarrollo Humano del continente y el poder adquisitivo más alto de África, entre otros logros.
En la política interna:
Gadafi redactó, en 1975, el Libro Verde, un programa donde garantizaba a la población del desierto la realización de sus principales sueños. Por ejemplo:
- Garantizó a cada familia un apartamento gratis y un automóvil.
- La Yamahiriya Árabe Libia también garantizó gratuitamente a los libios el agua.
- A partir de 1991, Libia construyó el «Gran Río Artificial», una enorme red de explotación del manto acuífero de la Cuenca de Nubia, situado a gran profundidad. No existe en ningún lugar del mundo nada comparable a las proporciones gigantescas de ese sistema de explotación de la riqueza hídrica de Libia.
- La Yamahiriya Árabe Libia también garantizó gratuitamente a los libios la educación y los servicios de salud.
- A falta de numerosos hospitales en el país, la Yamahiriya Árabe Libia a menudo enviaba al extranjero los pacientes que necesitaban intervenciones quirúrgicas y corría con todos los gastos (viaje, alojamiento en el país receptor y costo de la atención médica recibida en el exterior.
- La población nómada del desierto se sedentarizó progresivamente en la costa, pero los vínculos de cada familia con su tribu de origen siguieron siendo más importantes que las relaciones de vecindad. Se crearon instituciones nacionales inspiradas en las experiencias de los falansterios de los socialistas utópicos del siglo XIX. Esas instituciones instauraron una democracia directa que coexistía con las estructuras tribales antiguas. En ese marco, las decisiones importantes se presentaban primeramente en la Asamblea de Consulta de las tribus antes de someterse a deliberación en el Congreso General del Pueblo (Asamblea Nacional).
En la política exterior:
- Gadafi se dedicó a la solución del conflicto secular entre africanos árabes y africanos negros. Erradicó la esclavitud y utilizó gran parte de los ingresos provenientes del petróleo para contribuir al desarrollo de los países subsaharianos, principalmente de Mali. Su actividad incluso despertó a los países occidentales, que iniciaron entonces políticas de ayuda al desarrollo del continente africano.
Lo que queda luego de 9 años de la intervención
Actualmente en el país hay una dualidad de poderes, además de la existencia de diversos grupos armados que luchan por el control del petróleo.
Esta división en 2 gobiernos rivales, es decir en 2 Ejecutivos, cuenta cada uno con distintos respaldos internacionales. Así:
1.- El Gobierno de Acuerdo Nacional (GAN):
- Asentado en Trípoli, en el occidente del país norafricano.
- Tiene el reconocimiento de Estados Unidos, Turquía y la Unión Europea, aunque diferencias entre Francia e Italia han dificultado que exista una postura común en el bloque.
- Avalado por la ONU
2.- El Gobierno de oriente, encabezado por Abdulah al Zani:
- Instalado en la ciudad de Tobruk.
- Apoyado militarmente por las Fuerzas Armadas Nacionales Libias (FANL), comandadas por el militar Jalifa Haftar, quien colaboró con Gadafi, aunque después se distanció de él.
- Respaldado por Egipto, los Emiratos Árabes Unidos y Rusia.
Como consecuencia, se ha provocado la existencia de distintas estructuras de mando, organismos de seguridad, bancos centrales y empresas estatales petroleras que compiten entre ellas por el manejo y control del petróleo, que constituye la principal fuente de ingresos de la nación norafricana.
Como indica Guadi Calvo, escritor y periodista argentino especializado en África, Medio Oriente y Asia Central, la codicia por los recursos naturales, la crisis humanitaria de los refugiados y la proliferación de grupos terrorista como el Daesh han convertido a Libia en una zona explosiva. «Hoy la tensión entre Jalifa Hafter que controla el 80% del país y el gobierno de Trípoli, liderado por Fayez al Sarraj es extrema».