La mayor encuestadora de Latinoamérica, el Latinobarómetro, en ocasión de los 25 años de mediciones, publica por primera vez un informe sobre Chile, recopilando los datos de un cuarto de siglo, en el que determinó que actualmente el 11% de los ciudadanos de esa nación, no tiene suficiente comida.
Los indicadores de pobreza en la nación chilena, muestran una realidad preocupante. De acuerdo con Marta Lagos, fundadora y directora ejecutiva del Latinobarómetro cuando en 2011 se hizo la misma pregunta, un 19% decía no tener suficientes alimentos. Pero el índice se había reducido a un 7% en 2017. Fue en 2018 cuando volvió a dar el salto y un 13% declaró escasez de comida. El mismo año la región cayó a niveles de crisis histórica y las instituciones chilenas cayeron a su menor nivel de confianza, así como la política. Mientras que el 2020 cerró con que el 11% de los chilenos aseguró no tener suficiente comida.
El estudio hace hincapié en los detonantes del estallido social en 2019, provocado por las políticas neoliberales impuestas por el gobierno de Sebastián Piñera. La economista la califica como «la peor crisis social de la historia del país». Luego, en marzo de 2020, se desató la pandemia de la covid-19.
«La escasez de comida es un problema permanente de la sociedad chilena, que ha sido ignorado en esta última década por la agenda informativa, la política pública y la política en general»; dice Lagos.
El malestar social, el temor a la recesión económica debido a la pandemia y una crisis de representación política fueron algunos de los puntos más importantes del informe.
En Chile predomina la desigualdad
Asimismo, el informe detectó que en Chile sigue predominando la clase baja (entre 68% y 57%). Según Lagos, «esta discrepancia entre el discurso público y la autoclasificación de clase social, es otro de los desencuentros entre los que mandan y el ciudadano en general, y está en el piso del estallido social, el enfrentar la realidad que viven los chilenos con la realidad que se cree que viven».
Más allá de los indicadores de pobreza, Lagos asegura que estos números muestran «las desigualdades que hoy son intolerables en la realidad chilena. Otra dimensión no considerada y que forma parte de las razones del estallido social”.
Miedo al desempleo
Otro dato que revela Latinobarómetro sobre «la precariedad que no está incorporada al discurso público», es la inestabilidad laboral. La mitad de los encuestados chilenos (un 51%) se manifiesta «preocupado» por quedarse sin trabajo en los próximos meses en medio de la pandemia.
Sin embargo, el miedo al desempleo ya había aumentado en 2017 a un 50% y en 2018, antes de las revueltas y de la crisis sanitaria, había llegado al 51%, una cifra similar a la actual. “La inestabilidad laboral es causa y no consecuencia del estallido social”, asegura Lagos.
Aunque no sea un fenómeno que emocione a la mediática internacional, en Chile son cada vez más los que piden la renuncia del presidente de ese país, Sebastián Piñera, ante la crisis social, económica y política. Mientras tanto, Piñera sigue haciéndose el desentendido. Hasta diciembre de 2020, tenía apenas un 11% de aprobación entre la población.
