La consulta popular por Internet de Juan Guaidó parece no ir tan bien que ha tenido que acudir a ciertos recursos para abultar sus resultados.
Al estilo de aquella empresa de novela colombiana: Ecomoda, el diputado que juega a ser presidente estaría maquillando los escrutinios de un cuestionario que se llena por Telegram.
Las señales de la trampa estarían revelándose en una aplicación diseñada para la consulta, llamada Voatz; la cual diarios como el español ABC titulan con entusiasmo que ha sido “colapsada” por el abrumador tráfico de personas que participan.
Pero cuando se supera la estridencia de los titulares y la propaganda disfrazada de información proveniente de “medios libres”, se empieza a insinuar la verdad detrás del “colapso”.
Aplicación milagrosa
Expertos en este tema de informática detectaron que el sistema Voatz al servicio de Guiadó hace milagros; pone a votar a los muertos y quintuplica en el menor de los casos la participación de un mismo número de cédula.
La denominada consulta popular es la reacción de propagan de un mermado Guaidó que parece ya un decorativo cuchillo de mesa: no tiene filo.
Esta pretendida consulta la han querido perfilar como una obra gigante que haría sombra a la elección parlamentaria del 6 de diciembre; a la cual el diputado de salida no participó y promovió su boicot interno y externo.
Advertencia para desprevenidos
Este jueves el presidente Maduro se refirió a la consulta popular de Guaidó; la cual señaló que bajo ningún momento puede ser convertida en ley de la República.
“Cuando haces una consulta en Internet, tomas esa consulta como guía. Ninguna consulta en Internet tiene rango constitucional (…) Nadie podría pensar que una consulta tiene valor legal, de ese tipo solamente tiene valor informativo, guía para la acción. Imagínense ustedes una pregunta: ¿Está usted de acuerdo que en Venezuela se restituya la pena de muerte y se aplique a delitos de traición a la Patria?”, dijo el mandatario.
A este comentario también añadió: “Esto es importante reflexionarlo para que nadie se deje engañar por fantoches, por farsantes, por mercenarios al servicio de gobiernos extranjeros”.