A las puertas de las elecciones parlamentarias, Venezuela continúa resistiendo los ataques permanentes del imperialismo. Sin embargo, sigue en la terquedad de seguir construyendo caminos distintos a pesar de los obstáculos.
En este contexto, América Latina comienza a armar las piezas de un proceso de cambios que se abrió con la entrada del siglo XX; y que ha intentado revertirse a partir de la aplicación de la Doctrina Monroe.
Sin embargo, la realidad sigue demostrando que los procesos históricos cuando avanzan y develan las contradicciones de la sociedad, no hay golpes de Estado ni vías jurídicas capaz de detenerlos, a pesar del daño causado.
El 6 de diciembre marca el desenlace de una batalla en puertas, el resultado de un camino tortuoso que inició cuando la extrema derecha tomó el poder del órgano legislativo y a partir de allí generó un manto de “legitimidad” internacional para promover acciones criminales contra Venezuela.
La participación como principio de la Revolución Bolivariana
La participación del pueblo venezolano será determinante. Las posibilidades que se abren no son pocas.
El poder Legislativo en Venezuela cuenta con atribuciones esenciales para la defensa de los principios del Estado venezolano enmarcados en la Constitución Nacional; la paz, el equilibrio de poderes, la soberanía nacional, la justicia y la democracia participativa y protagónica, entre otras.
Las constantes elecciones realizadas en Venezuela dan cuenta de un proceso de participación y de legitimación permanente de los procesos políticos que se dan en Venezuela.
Se trata no sólo de la elección de representantes a los distintos cargos de elección popular; sino también la participación acerca de temas importantes para la nación (constituyente y referéndum consultivos).
La Constitución Nacional vigente fue aprobada por casi el 80% de la población votante.
El 6 de diciembre se dará la renovación del poder legislativo.
La extrema derecha aliada con poderes extranjeros continúa en sus operaciones de presión nacional e internacional; para obstaculizar el proceso democrático en puertas.
De tal manera, como en distintas oportunidades el canto de fraude acompañará la victoria del pueblo venezolano al elegir la vía pacífica; camino que, a través de incontables esfuerzos, dio frutos a través de las mesas de diálogo en las cuáles hubo participación de sectores democráticos de la oposición nacional, quienes reconocen los avances y participan en las próximas elecciones.
Esta vez corresponde la elección de 277 diputados y diputadas, a diferencia de los 167 cargos electos en el año 2015; de esta manera se amplía la participación popular.
Una victoria para América Latina
Asimismo, participarán 107 organizaciones políticas: 28 partidos nacionales, 53 partidos regionales, 6 de organizaciones indígenas nacional y 18 regionales.
La población ya se encuentra lista para la participación, luego de los dos simulacros realizados para la familiarización con el momento de la votación y además el conocimiento de las propuestas a través de una campaña que ha sido cercana a los electores, sumado a la realización de distintos debates nacionales con los diversos partidos políticos que estarán en la contienda.
Una nueva victoria de los pueblos llegará con el hecho electoral en Venezuela. Se trata no sólo de un proceso determinante para la política nacional, sino además una victoria en el contexto de una América Latina que continúa batallando para retomar el camino iniciado a las puertas del siglo XXI.